Universitat Oberta de Catalunya

Visualización de datos y la imaginación moderna

Las visualizaciones de datos son un lenguaje al que ya estamos acostumbrados. Hay cierta magia en estos «gráficos de información» que, aprovechando nuestras capacidades y formas de procesar la información visual (Arnheim, 2011), construyen imágenes capaces de condensar y sintetizar tendencias y patrones de datos cuantitativos, que alimentan nuestra imaginación y expanden nuestro conocimiento del mundo que nos rodea. Una visualización, para los recién llegados, es una forma de comunicación, de contar una historia: un arte con una función, como afirmó Alberto Cairo, «una tecnología plural (una disciplina) que consiste en transformar datos en información semántica […] por medio de una sintaxis de fronteras imprecisas y en constante evolución basada en la conjunción de signos de naturaleza icónica (figurativos) con otros de naturaleza arbitraria y abstracta (no figurativos)» (Cairo, 2011, p. 38).

Tras la invención y expansión de los mapas como representaciones visuales del mundo, cuya fidelidad fue en aumento hasta poder ser usados como herramientas precisas de navegación, en el siglo XVIII se dio origen a la forma que muchas de las visualizaciones de datos aún tienen hoy día, como los gráficos de barras o de líneas. Por tanto, aunque hay una larga trayectoria histórica hasta llegar al nivel de complejidad y sofisticación actual, se suele admitir que fue en la última mitad del siglo XIX cuando se sentaron las bases modernas de esta disciplina. Se considera este período la «Edad Dorada» de la visualización de datos, por cuanto este lenguaje explotó en una multitud de representaciones nunca vista antes, coincidiendo con el desarrollo de la ciencia, la tecnología y el proyecto de la Modernidad. Una exposición virtual de la Biblioteca de la Universidad de Stanford muestra ahora, a través de varias visualizaciones de datos clásicas, la evolución e importancia de esta disciplina que hoy está, de nuevo, en auge.

«Las gráficas tienen cierta magia. El perfil de una curva revela en segundos toda una historia. La evolución de una epidemia, una crisis o una era de prosperidad. La curva le da información a nuestra mente, despierta nuestra imaginación y convence.» Henry D. Hubbard[1]

Ilustración 1. Perfiles del Sena, por Philippe Buache (París, 1770), incluida en la colección (Licencia CC BY-NC-SA). Más información en: https://purl.stanford.edu/gd670qg1056.

El título de la exposición, Data Visualization and the Modern Imagination, ya parece parafrasear la inmortal obra de Mary Shelley, Frankenstein o el Moderno Prometeo, de tal forma que la visualización de datos vendría a ser ese Prometeo moderno que consigue aunar ciencia y arte para iluminar, hacer ver e imaginar (en el sentido de formar imágenes mentales) ideas complejas, extendiendo el conocimiento, objetivo fundamental del proyecto de la Ilustración. A través de invenciones como el mencionado gráfico de barras, la línea temporal o el mapa temático, la visualización de datos ayudó a que emergiera un nuevo tipo de imaginación, construyendo nuevos tipos de mapas que no cartografiaban territorios, sino ideas y conceptos.

Esta exhibición surge de la colaboración entre R. J. Andrews, un «narrador de datos» (data storyteller) de San Francisco con una interesante obra sobre la historia de la visualización de datos (Andrews, 2019), y el David Rumsey Map Center, que alberga una colección de más de 150.000 mapas y diagramas, la mayor parte de ellos digitalizados para poder disfrutarlos en alta resolución. Uno de los objetivos de la exposición, además de mostrar una parte de ese fondo documental libre de copyright, es acercar este nuevo «arte cuantitativo» al público general que quizás nunca ha escuchado la expresión «visualización de datos» (aunque probablemente esté más que familiarizado con esta forma de arte). Está dividida en seis secciones que tratan tres grandes temas: el tiempo, la naturaleza y las personas. Las visualizaciones expuestas abarcan un período temporal entre los años 1760 y 1911, de forma que es posible vislumbrar cómo los artistas que practicaron este arte se apoyaban los unos a los otros, haciendo avanzar la disciplina de manera colaborativa.

«Durante este período de 150 años, se puede ver que la visualización de datos realmente cambia la forma en que las personas ven el mundo y a sí mismos en él. Las visualizaciones de datos ayudaron a proporcionar una visión más universal del tiempo, una visión más universal del espacio.» R. J. Andrews[2]

Ilustración 2. Captura de pantalla de las secciones de la exhibición virtual, disponible en: https://exhibits.stanford.edu/dataviz.

La primera sección, titulada «Espacio y tiempo», al igual que ocurre con la tercera, «Explorando el tiempo», se centra en el mismo tema: la visualización del tiempo. Por un lado, se muestra cómo, a partir de ciertas convenciones de la cartografía tradicional, se visualiza el paso del tiempo a lo largo de un eje, de izquierda a derecha, en consonancia con la inevitabilidad de la idea modernista de «progreso». Así, pueden verse representaciones del tiempo en forma de árbol (Cronología de Inglaterra, de Claude Renaudot, 1781), de disco (Discus Chronologicus, de Christoph Weigel, 1730), mediante los ejes temporales a los que estamos acostumbrados (los ya clásicos Gráfico de Biografías y Gráfico de Historia, de Joseph Priestley, 1765 y 1769, respectivamente), o a través de mapas geológicos, donde el color significa el paso del tiempo de una era a otra (Mapa paleontológico de las Islas Británicas, de Alexander Keith Johsnton y Edward Forbes, 1850; Mapa de erupciones del Vesubio, de John Auldjo, 1833), así como la expansión del mundo conocido (Visión General de la Historia Universal, de Edward Quin, 1830) o de la Guerra Civil de EE. UU. de manera secuencial (Historia de la Guerra Civil, de Arthur H. Scaife, 1897), representaciones tridimensionales de la historia en forma de templo (El Templo del Tiempo, de Emma Willard, 1846) o diagramas sobre el movimiento de un caballo (El caballo en movimiento, de Eadweard Muybridge, 1879) o la evolución de los partidos políticos estadounidenses (Diagrama del auge y caída de los partidos políticos americanos, de Walter R. Houghton, 1880). Nos hemos acostumbrado a una forma lineal de representar el tiempo, pero ciertamente no es la única forma.

Los esfuerzos dedicados a comprender y explicar fenómenos de la naturaleza encontraron también una vía en las visualizaciones, como se muestra en la segunda sección («Naturaleza de perfil»), dedicada al emergente concepto de Naturaleza como idea separada de la de Humanidad. A partir del nuevo género visual inaugurado por Alexander von Humboldt donde se yuxtaponían perfiles de montañas reales dentro de paisajes fantásticos surgen toda una serie de imágenes dedicadas a comparar visualmente, a lo largo y ancho de todo el globo, la altura de las montañas (Vista comparativa de la altura de las principales montañas del Mundo, de Charles Smith, 1816), y ríos (Vista comparativa de las principales montañas y ríos del Mundo, de John Lothian, 1846), el clima (Vista de la Naturaleza en todos los climas, de James Reynolds, 1852), la vegetación o los tipos de animales (Vida animal y vegetal en las diferentes zonas, de George Franklin Cram, 1882; Distribución vertical y latitudinal de la vida animal, de J.G. Bartholomew, W. Eagle Clarke, Percy H. Grimshaw, 1911), lo que ayudaba tanto a la alfabetización de la población como a la divulgación científica y la popularización de la geografía.

Uno de los más conocidos pioneros de la visualización de datos es el ingeniero civil francés Charles Joseph Minard (1781-1870), que elevó los gráficos a la categoría de verdadero arte, insuflando vida a datos complejos, y logrando que el propio Estado francés apostara por estas cartografías temáticas a lo largo de 18 Álbumes de «Estadística Gráfica». No solo es el creador de la considerada mejor visualización de datos de todos los tiempos (Mapa figurativo de las sucesivas pérdidas de hombres de la Armada Francesa en la campaña de Rusia 1812-1813, 1869), sino que inventó, por ejemplo, los mapas de flujo, como el que puede verse en esta exposición (Importaciones de algodón en 1858 y 1861, 1861) e inspiró a muchos de sus coetáneos, impulsando la evolución y el desarrollo de esta disciplina, como Émile Cheysson (Ingresos de los teatros de París, 1890; Número diario de trenes, 1896) o Paul Vincey (Agricultura de los alrededores de París, 1897). Por eso, en la sección cuarta, se hace un juego de palabras entre cartografía (cartography) y gráfico (graph) para hablar de la «chartography» francesa.

El término estadística tiene que ver con los esfuerzos de los Estados modernos por contabilizar los recursos del país, por lo que los primeros gráficos estadísticos tenían por objeto los componentes de todo Estado: población, territorio y gobierno. La quinta sección, titulada «Sociedad y economía», muestra la aplicación de las visualizaciones de datos con el surgimiento de las ciencias sociales y la investigación en salud pública, pero también al servicio de los intereses de los gobiernos, interesados en comparar la población y la extensión geográfica de los países de Europa (Población y tamaño de Europa, de Franz Johann Joseph von Reilly, Vinzenz Georg Kininger, August Friedrich Wilhelm Crome, 1794; Principales naciones de Europa, de William Playfair, 1802), mapas etnográficos (Mapas etnográficos, de James Cowles Prichard, 1861), los ingresos, gastos y deuda pública de un país (Gráfico fiscal de Estados Unidos, de Francis Amasa Walker, 1874), o los índices de criminalidad (Mapas de crimen y otros gráficos, de André-Michel Guerry, 1833, primer mapa de coropletas). Mención aparte merecen las famosas flores de mortalidad de Florence Nightingale (Diagramas de Mortalidad, 1859), otro de los hitos en la historia de esta disciplina y de la enfermería al demostrar la efectividad de las mejoras higiénicas y sanitarias en las tasas de mortalidad en hospitales militares londinenses.

A modo de epílogo, la sección sexta («De la esclavitud a la segregación») es una especie de respuesta al movimiento Black Lives Matter, como una suerte de recordatorio de que las visualizaciones de datos también implican una cuestión de poder, como se ha visto en la sección quinta: pueden mostrar el poder de un Estado, pero también el impacto del esclavismo y la población negra en la configuración de un país como Estados Unidos. En esta sección pueden verse obras que fueron usadas por los abolicionistas para censar y mapear a la población afroamericana (Distribución de la población esclava, de Edwin Hergesheimer, 1861; Población de cada Estado y Población de Color, Censo EE. UU. de 1870, de Francis Amasa Walker, 1874; Ratio de población de color, de Henry Gannett, 1883), comparar la composición demográfica de la población de cada Estado (Gráfico comparando la demografía poblacional, de Henry Gannett, 1898), así como hacer un seguimiento de la distribución de la población de color en los Estados Unidos, de manera sociológica, como los trabajos de W. E. B. Du Bois (Distribución de negros en los EE. UU., 1900; Fusión de los elementos blanco y negro, 1900; Población urbana y rural 1890, 1900), que se convirtieron en un texto fundacional para el movimiento de los derechos civiles posterior.

Ilustración 3. Diagrama de las causas de mortalidad en el ejército del Este, de Florence Nightingale (1859), un clásico de la visualización de datos, incluido en la exhibición (licencia CC BY-NC-SA). Más información en: https://purl.stanford.edu/xk972nv1532.

Las obras expuestas traslucen un sentimiento de que existía toda una creciente comunidad de científicos y artistas que confiaban en las visualizaciones de datos como herramienta de exploración y divulgación de los avances del progreso. Una comunidad creciente que usaba los avances de los colegas como incentivo para hacer mejores trabajos, con una cierta ética que hoy denominaríamos «hacker», en pro de un conocimiento mayor del mundo para poder transformarlo, haciendo frente a los principales retos sociales. Esta comunidad de diseñadores interesados en el cambio social no solo sigue existiendo a día de hoy, sino que se encuentra en constante crecimiento[3], ante un campo que interesa cada vez más. En el siglo XX, la tecnología permitió hacer estas obras de manera rápida, mecánica y efectiva, pero perdiendo, por el camino, toda la parte artesana y técnica que convertía estas piezas en obras de arte. Hoy, algunas visualizadoras como Mona Chalabi, Stafanie Posavec o Giorgia Lupi retoman la fuerza del dibujo y las formas artísticas para representar datos, de manera parecida a cómo se planteaban hacerlo todos estos innovadores del siglo XIX. La visualización de datos es un campo aún en evolución y esta exposición es útil para recordárnoslo.

Bibliografía

ANDREWS, R. J. (2019). Info We Trust: How to Inspire the World with Data. John Wiley & Sons.

ARNHEIM, R. (2011). El Pensamiento visual. Paidós.

BRINTON, W. C. (1939). Graphic presentation. New York city, Brinton associates. Disponible en: http://archive.org/details/graphicpresentat00brinrich

CAIRO, A. (2011). El arte funcional: Infografía y visualización de información. Alamut.

MASON, B. y MILLER, G. (2018). All over the map: A cartographic odyssey. National Geographic.

PLAYFAIR, W., PLAYFAIR, W., WAINER, H. y SPENCE, I. (2005). Commercial and political atlas and Statistical breviary. Cambridge University Press.

RENDGEN, S. (2018). The Minard System: The Complete Statistical Graphics of Charles-Joseph Minard. Chronicle Books.

RENDGEN, S. (2019). History of Information Graphics. Taschen.

ROBINSON, A. H. (1982). Early thematic mapping in the history of cartography. University of Chicago Press.

ROSENBERG, D. y GRAFTON, A. (2010). Cartographies of time (1st ed). Princeton Architectural Press.

Recursos de interés recomendados

Webs

Libros

[1] Texto procedente del prefacio del libro Graphical Presentation (Brinton, 1939) que se parafrasea en la presentación de la exposición virtual.

[2] Declaraciones del propio autor en un artículo sobre la exposición: https://medium.com/nightingale/a-virtual-guided-tour-of-data-visualization-and-the-modern-imagination-1c7a1c2c0bc7.

[3] Véase cómo está creciendo toda una comunidad en torno a estos intereses como es la Data Visualization Society: https://www.datavisualizationsociety.com.


Cita recomendada: CANTÓN-CORREA, Javier. Visualización de datos y la imaginación moderna. Mosaic [en línea], noviembre 2020, no. 187. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n187.2039

Acerca del autor

Sociólogo y comunicador audiovisual, doctor en Ciencias Sociales, ha trabajado en distintas universidades y medios de comunicación. En los últimos años ha desarrollado su trabajo en Medialab UGR, donde ha desarrollado varias líneas de investigación en redes sociales y pensamiento visual, en las que se enmarcan varios trabajos sobre Instagram y visualización de datos. Actualmente imparte la asignatura de Infografía y Visualización dentro del grado en Diseño y Creación Digitales.

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