Universitat Oberta de Catalunya

¿Son necesarios unos premios sobre visualización de datos?

La visualización de datos es una disciplina que vive actualmente lo que muchos consideran una segunda edad dorada. Sobre la primera «Edad de Oro» ya tuvimos ocasión de hablar en otro artículo de esta misma revista, gracias a una exposición de obras del siglo XIX pioneras para la visualización de datos. En el siglo XXI, con la explosión de información propiciada por el volumen, variedad y velocidad del fenómeno que conocemos como big data, la visualización de datos se ha convertido en una disciplina fundamental que nos permite convertir la información generada en conocimiento útil.

Es cierto que durante todo el siglo XX, especialmente en el mundo del periodismo, pero sobre todo en el de la ciencia, el uso de gráficos, tablas y, en algunos casos, infografías, fue una constante para ilustrar y explicar temas complejos. En ambos casos, se trataba de hacer accesible la información mediante un lenguaje que venía desarrollándose desde hacía varias décadas, y al que el público general se había ido acostumbrando poco a poco. Desde su aparición en los atlas geográficos, estadísticos y sociales, encargados por los emergentes Estados nación europeos (nótese que el propio término «estadística» proviene del alemán statistik como «ciencia del Estado», por esa necesidad de inventariar y censar los elementos que forman parte del Estado.), que necesitaban inventariar un territorio y una población sobre los que ejercer el poder soberano, los gráficos de líneas y barras fueron haciéndose un hueco en el vocabulario visual popular, hasta que entraron a formar parte de los currículos escolares. Así, llegó un momento en el que las escuelas comenzaron a enseñar estos métodos gráficos para exponer información cuantitativa de una manera visual que facilitara el análisis y la comprensión de asignaturas como la estadística.

Al mismo tiempo, con el auge editorial de las revistas, el diseño y la ilustración, la infografía periodística cobraría también renovada fuerza, hasta tal punto de que hoy las infografías tienen una presencia constante en los medios de comunicación (Dick, 2020). El desarrollo de la tecnología y las herramientas cada vez más precisas permitirán crear, a lo largo del siglo XX, nuevos estilos y tipos de visualizaciones de datos más avanzadas, de una manera, además, cada vez más mecánica, automatizada y sofisticada. La irrupción de las herramientas informáticas propiciará un nuevo salto evolutivo en el diseño de visualizaciones de datos e infografías.

La importancia de esta disciplina no se veía demasiado refrendada por la existencia de asociaciones profesionales o de premios sectoriales que se centraran específicamente en el arte funcional que es la visualización de datos. Los premios Pulitzer distinguen aspectos esenciales del periodismo, como el servicio público, las coberturas de última hora, los reportajes de investigación o explicativos, las piezas de noticias locales, nacionales e internacionales, las críticas, los editoriales o las fotografías, pero no hay un apartado para la infografía o la visualización de datos periodística. Los recientes Premios Sigma, otorgados por la Google News Initiative, por otro lado, premian el periodismo de datos como disciplina propia y diferenciada, lo que constituye un gran avance, habida cuenta de que la visualización de datos forma una parte indispensable del periodismo de datos o data-driven journalism, ya sea como herramienta de exploración o de exposición.

La sección española de la Society for News Design celebraba en la Universidad de Navarra, desde 1993, una Cumbre Mundial y unos Premios de Infografía, denominados Premios Internacionales Malofiej, en honor al pionero Alejandro Malofiej, cartógrafo argentino. Los Malofiej eran considerados los Pulitzer de la infografía, los premios de más renombre en este campo. La misma entidad concede, desde 2009, los Premios ÑH para galardonar las mejores piezas de diseño periodísticas, donde la infografía ocupa una de las categorías destacadas. Desgraciadamente, a finales de 2021, la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra anunciaba que se pausaba indefinidamente la celebración de ambos galardones.

Figura 1. Anuncio de la pausa indefinida de los premios Malofiej y ÑH. Fuente: Twitter.

Con motivo de la pandemia, y al igual que otros eventos públicos, los otros premios de renombre en el sector, los Premios Information Is Beautiful (IIB), quedaban también en suspenso, tras celebrarse simultáneamente en Nueva York y Londres entre 2012 y 2019. Solo algunas iniciativas concretas y muy centradas en herramientas específicas, como IronViz, creada por y para Tableau en 2011 con el objetivo de autopromocionarse, se mantienen en el panorama actual.

Vuelven los premios Information is Beautiful

La Data Visualization Society (DVS) es una organización creada para fomentar y dinamizar una creciente comunidad de diseñadores, periodistas e infografistas dedicados a la visualización de datos. En apenas dos años, esta comunidad ha crecido enormemente gracias a la celebración de diversos congresos, encuentros y talleres de formación. Recientemente, publicada por la DVS, veía la luz el primer número de una revista dedicada íntegramente a la visualización de datos llamada Nightingale (en honor a la pionera Florence Nightingale), lo que da una idea de la emergencia e interés que despierta actualmente este campo. Y aprovechando esta onda expansiva, Amanda Makulec, directora ejecutiva de la organización, anunciaba en la apertura de su reciente congreso Outlier que, tras un parón de dos años, los premios Information Is Beautiful volvían de la mano de la DVS como anfitriona (Makulec, 2022).

La celebración de unos premios por parte de la DVS eran un secreto a voces en la comunidad. Como miembro de esta, yo ya había participado en algunas reuniones para poner en marcha unos premios de este tipo, pero que fueran los encargados de recoger el testigo de los prestigiosos IIB supuso una sorpresa mayúscula. El reto era aún mayor: ya no se trataba de crear unos premios desde cero, sino de reformular unos premios consolidados en el sector y de gran renombre. Pero, al mismo tiempo que se celebraba la decisión, surgían también algunas voces críticas: ¿eran necesarios unos premios específicos para la visualización de datos? ¿Por qué? ¿Cómo deberían ser? Este punto de inflexión supone, por tanto, una oportunidad única para encarar toda una serie de retos y desafíos que no pueden soslayarse.

La principal crítica es que en los premios sobre visualización de datos que han existido hasta ahora se ha potenciado mucho la parte de «visualización» y poco la de «datos». Como el experto Jon Schwabish ejemplificaba en un artículo reciente (2022): no tienen el mismo valor dos gráficos de idéntica forma pero cuyos datos proceden de fuentes distintas, uno de una web pública y otro de una base de datos propia, construida ad hoc. Los datos no pueden separarse de la visualización. O dicho de otra forma: la calidad, la consistencia y la relevancia del dataset usado para construir la visualización tienen que formar parte de la evaluación que hagamos de esta.

Como parte del IIB Awards Committee de la DVS, llevamos trabajando en estos premios desde febrero, antes de saber que iban a ser la continuación de los IIB, compartiendo impresiones y hablando de los principales retos que suponen unos premios sobre visualización de datos. Probablemente, el principal reto ahora es continuar la labor realizada hasta el momento por los premios IIB, pero haciéndolos avanzar y crecer más allá, manteniendo aquellos aspectos que funcionaban bien e incluyendo nuevos aspectos que los mejoren aún más. Para ello, una de las claves, creemos, es ampliar su alcance, facilitando y fomentando la participación de nuevos visualizadores, independientemente de su idioma o procedencia, impulsando así también una mayor diversidad. La ilusión de las primeras veces ha de favorecer nuevos puntos de partida, pero también entender que se puede seguir mejorando año tras año.

Uno de los aspectos que se mantendrán con casi total seguridad es el escaparate que supone la confección y publicación de listas largas y cortas de participantes, lo que aporta visibilidad a todos los trabajos presentados, independientemente de que sean o no ganadores finales en cada categoría. La página web de los premios funciona como repositorio a modo de base de datos, donde se pueden filtrar los resultados por años, categorías y premios conseguidos. Es un excelente recurso, que todos los años aconsejo al estudiantado de mi asignatura para encontrar inspiración y bucear para encontrar visualizaciones de diferentes temas en distintos estilos.

Figura 2. Captura de pantalla del repositorio de los IIB Awards. Fuente: IIB Awards.

A las categorías existentes probablemente se incluyan nuevas categorías temáticas y premios especiales, para tratar de reflejar temas que hasta ahora no se habían reconocido, o bien que hayan tenido especial relevancia en la actualidad informativa, como ha ocurrido con la explosión de visualizaciones en torno a la COVID-19, un tema muy necesitado de explicaciones visuales al alcance del gran público.

Otro aspecto fundamental que estamos teniendo en cuenta es el de la transparencia: a la hora de publicar no solo los nombres del jurado que se encargará de juzgar los trabajos, sino también los propios criterios que usará dicho jurado para evaluarlos. Esta transparencia también incluye la propia validación de los datos, como hemos mencionado párrafos atrás, como un criterio más de valoración de la calidad del análisis implícito en la visualización de datos. Estos criterios tratarán de encontrar un equilibrio entre funcionalidad y belleza, entre utilidad y estética, elementos principales que definen este «arte funcional» como lo han definido autores como Mary Eleanor Spear (1952) o Alberto Cairo (2011). Y trataremos de incluir en dichos criterios otros aspectos que creemos importantes tener en cuenta, como los esfuerzos que realizan numerosos diseñadores para mostrar el proceso de creación de las obras (Bremer y Wu, 2021), o la publicación de los datos utilizados para crear la visualización en repositorios públicos como GitHub, lo que permite la reutilización de dichos datos.

Va a ser un trabajo duro y estamos trabajando en todos estos detalles, pero, afortunadamente, contamos con un equipo fabuloso de voluntarios y gente implicada que quieren ayudar, de una u otra forma, con su trabajo en alguno de los distintos subcomités en los que se han dividido las tareas para llevar a buen puerto la organización de unos premios internacionales de este calibre, con la mencionada Amanda Makulec a la cabeza.

Así que, respondiendo a la pregunta planteada en el titular de este artículo, sí, unos premios de visualización de datos son necesarios, por varias razones. Primero, porque unos premios específicos de visualización de datos confirman y respaldan la existencia de una disciplina propia, más allá de un catálogo de habilidades útiles de manera transversal para otras disciplinas y materias. Segundo, porque son un espacio para el encuentro de los diferentes profesionales y para mostrar la riqueza conceptual y estética, así como la enorme diversidad y variedad de propuestas que existen actualmente dentro del campo de la visualización de datos. Tercero, porque unos premios así son también una forma de dar visibilidad y reconocimiento a los autores y diseñadores, así como de descubrir nuevos talentos llamados a ser el futuro de este panorama profesional. Y porque, como David McCandless dijo en el discurso en el que anunciaba el comienzo de esta colaboración para el desarrollo de los IIBxDVS, los premios siempre han sido una forma de celebración: de la brillantez de los trabajos, de la creatividad de los autores, de la originalidad de los jóvenes creadores, de la pertinencia, relevancia y actualidad de un lenguaje que forma ya parte de la cultura visual de la sociedad global; en definitiva, una celebración de esta segunda edad dorada que la visualización de datos está viviendo actualmente, que esperamos celebrar el próximo otoño y al que, por supuesto, estáis todos invitados.

Documentación

BREMER, Nadieh; WU, Shirley (2021). Data Sketches: A journey of imagination, exploration, and beautiful data visualizations. CRC Press. Disponible en: https://www.datasketch.es

CAIRO, Alberto (2011). El arte funcional: Infografía y visualización de información. Alamut

DICK, Murray (2020). The infographic: A history of data graphics in news and communications. The MIT Press. DOI: https://doi.org/10.7551/mitpress/11379.001.0001

MAKULEC, Amanda (2022, febrero 17). «The Information is Beautiful Awards are Back!». Nightingale [en línea]. Disponible en: https://nightingaledvs.com/the-information-is-beautiful-awards-are-back/

McCANDLESS, David (2012). Information is Beautiful. Reino Unido, Harper Collins

RENDGEN, Sandra (2012). En: WIEDEMANN, Julius (ed.). Information Graphics. Taschen

SCHWABISH, Jon (2022, febrero 17). «Should we give awards for data visualizations?». PolicyViz [en línea]. Disponible en: https://policyviz.com/2022/02/17/should-we-give-awards-for-data-visualizations/

SPEAR, Mary Eleanor (1952). Charting statistics. Nueva York: McGraw-Hill, 1952

Enlaces relacionados

Data Visualization Society

Nightingale (Revista de la DVS)

Information is Beautiful Awards (repositorio)

https://informationisbeautiful.net/Information is Beautiful

David McCandless (TED Talk)


Cita recomendada: CANTÓN, Javier. ¿Son necesarios unos premios sobre visualización de datos? Mosaic [en línea], noviembre 2022, no. 196. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n197.2202

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