¿Cómo y por qué nace Refarm The City?
¿De qué manera puede ayudar la tecnología a los agricultores urbanos?
Igual hay que diferenciar alta de baja tecnología y si está accesible cuando es necesaria. La agricultura siempre ha ido de mano de la tecnología del momento. Hoy en día vemos como otras tecnologías como GIS o sistemas de monitorización y automación ya forman parte de la industria agrícola. Refarm tiene un enfoque distinto, investigamos tecnologías para agricultores urbanos y muchas son bajas tecnologías: como calendarios de siembra, sistemas de compostaje o mesas de cultivo. También monitorizamos con altas tecnologías la curva de calor dentro de un compostor o sistemas de riego automático. No quiero dejar de decir que muchas veces defendemos la lenta integración de las tecnologías porque, según como, no te permiten acercarte al ecosistema que vas generando en la huerta, un ejemplo de esto son los calendarios de riego manual versus riego automático. Si uno se queda en el sofá porque ahora ya tiene riego automático puede que cuando vuelva los gusanos ya se hayan cenado tu cosecha.
¿Cómo funciona la aplicación de Refarm The City que el agricultor/a puede descargarse para empezar su huerto urbano? ¿Qué procesos tiene que llevar a cabo y qué opciones y beneficios le aporta?
No hay una app Refarm The City, lo que hay es una wiki con las instrucciones de cada tecnología necesaria. Lo primero sería construir un compostor, después tu mesa de cultivo y, si quieres, ya te puedes poner en sistemas de riego automático. Este año haremos una app que integra todas las herramientas de monitorización y de alertas para el Quirhort.
¿En qué consiste el hardware Refarm? ¿Es fácil de ensamblar la placa de Refarm si no tienes conocimientos previos de electrónica?
Se habla mucho, últimamente, del internet de las cosas. ¿Podría decirse que habéis aplicado este concepto a la auto producción de vegetales?
¿Es viable la producción de alimento en las ciudades? ¿Con qué dificultades nos podemos llegar a encontrar?
Refarm The City ha desarrollado multitud de proyectos en distintas ciudades de todo el mundo. ¿Cuál dirías que es el proyecto más difícil con el que os habéis enfrentado y por qué?
En realidad no hemos tenido nunca un proyecto “difícil”, siempre hemos trabajado bien, con tiempo y cumpliendo expectativas. Lo que no quiere decir que siempre haya sido fácil, por norma la lengua es una barrera, sobre todo en las ciudades que no hablan ninguna que conozcas, pero el construir juntos acerca a la gente y hay muchas formas de poderse comunicar.
¿Qué aconsejas a una persona que quiera empezar un huerto urbano?
Que encuentre una comunidad cerca. Si no la hay, que se proponga a hacerla y tener la consciencia que lo más didicil en agricultura urbana son los humanos y sus relaciones: los vegetales crecen solos.
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