Exposición de teamLab «Arte, tecnología, naturaleza». ©Fundación ”la Caixa”.
El colectivo multidisciplinar teamLab expone en CaixaForum Barcelona dos creaciones inmersivas en las que se fusionan arte, tecnología y naturaleza; tres constantes en su obra. Acercarse a contemplar e interactuar en ambas es la excusa perfecta para volver a disfrutar de una oferta cultural presencial, en la que el arte digital despunta con fuerza.
El colectivo teamLab presenta en «Arte, tecnología y naturaleza», en CaixaForum Barcelona, dos de sus características y especiales piezas inmersivas e interactivas. teamLab es un grupo multidisciplinar fundado en 2001 por Toshiyuki Inoko, que tiene su sede en Chiyoda-ku, Tokio. Está compuesto en la actualidad por unos seiscientos profesionales de diversas nacionalidades. Entre ellos se encuentran perfiles diversos y complementarios: artistas, programadores, ingenieros, animadores, matemáticos y arquitectos. Sus piezas de trabajo fusionan habitualmente conceptos relacionados con arte, ciencia, tecnología y naturaleza.
Han expuesto obras en espacios de Nueva York, Londres, París, Madrid, Singapur, Taipéi o Melbourne. Además de sus muestras itinerantes, cuentan con centros de exposición permanentes como teamLab Borderless y teamLab SuperNature. El primero se inauguró en 2018 en Odaiba (Tokio)[1]. Con una capacidad de más de 10.000 m2, invita a los visitantes a explorar y disfrutar de las obras sin que exista una ruta planificada previamente, ni límites entre los espacios –a diferencia de lo que sucede en los museos tradicionales–. Sus ambientes en constante cambio permiten a los espectadores percibir nuevas sensaciones, y crear colectivamente junto al resto de los visitantes nuevas experiencias y diálogos creativos. En teamLab SuperNature, en Macao, la conexión entre cuerpo humano y obra digital se expande en salas de diferentes alturas, que pueden llegar a medir hasta ocho metros (Oen et al., 2020).
MORI Building DIGITAL ART MUSEUM (fuente: teamLab).
Tal como ellos mismos describen, sus instalaciones –basadas en el concepto «body immersive» (cuerpo inmersivo)– buscan trascender los límites de nuestra percepción sobre el mundo y plantearnos, siempre, «cómo nos relacionamos y afectamos entre nosotros y en relación con la naturaleza». Todos los elementos, por tanto, cohabitan en un continuo y frágil escenario interactivo repleto de sutiles sorpresas que solo trascienden gracias a la interacción del público. En cierto sentido, sus propuestas se enlazan con la estética relacional de Bourriaud, pero con una componente tecnológica que no existía en los noventa. Entre otras cosas, definía el giro objetual del arte, por el cual variaban tanto el papel de los artistas y/o de los espectadores respecto al arte tradicional (Bourriaud, 2017).
La muestra en CaixaForum Barcelona está compuesta por las obras Born From the Darkness, a Loving, and Beautiful World y Graffiti Nature: Lost, Immersed and Reborn. La primera se proyecta en todas las paredes de la sala, y la segunda, también se expande en el suelo. Uno de sus grandes desafíos ha sido la compleja instalación de todo el equipo tecnológico necesario, sin perforar el techo de la fábrica modernista en la que se encuentra.
Tal como sucediera en la muestra «teamLab» presentada en la Fundación Telefónica (Madrid) en 2019, la influencia de la cultura tradicional japonesa está muy presente. Los elementos clásicos y propios de la naturaleza se complementan a la perfección con sistemas de creación digital totalmente innovadores. En aquella exhibición se mostraba Black Waves: Lost, Immersed and Reborn (2016), obra que rememoraba La gran ola de Kanagawa, de Hokusai (1830). El fuerte oleaje de tormenta integraba a los espectadores en un espacio 3D que llegaba a percibirse como real. En Flutter of Butterflies, Born from Hands (2019), la interacción del espectador hacía aparecer o desaparecer cientos de mariposas –con características individualizadas– revoloteando. Cuanto mayor es el grado de interacción, más bella y compleja resulta la composición.
«teamLab», Espacio Fundación Telefónica, Madrid, 2019 (fuente: teamLab).
Al entrar en «Arte, tecnología, naturaleza», el público se adentra en Born From the Darkness, a Loving, and Beautiful World (2018). En ella se fusionan elementos de la naturaleza y grafías de origen chino. Al interactuar con cualquiera de las paredes, cada grafía se convierte en el elemento natural que representa (agua, viento, pájaro, arcoíris, etc.). Pero lo que más sorprende es que, a medida que van apareciendo, también se relacionan entre sí: las flores atraen mariposas, los árboles pueden estar bajo la lluvia o el arcoíris… Además, los sonidos y la música envuelven toda la obra. La sala, de amplia dimensión, se convierte con la llegada de nuevos interactores en un espacio relacional que ayuda a jugar entre los participantes del público en un ambiente de reminiscencias lejanas que puede, en algunos momentos, recordarnos a piezas digitales del británico Mat Collishaw (Fundació Sorigué, 2020), en las que la naturaleza, el paso del tiempo y la intriga se entremezclan.
Graffiti Nature: Lost, Immersed and Reborn (2018) constituye un atrayente ecosistema en el que viven y conviven criaturas digitales. Todas ellas han sido coloreadas por los visitantes, y se integran tras su escaneo desde una sala anexa. A medida que van aumentando en número, la subsistencia se impone: han de luchar por sobrevivir y por mantener el frágil equilibrio, tal como sucede en el mundo real.
Todo el entorno, de llamativos colores, es cambiante. Las flores inundan las paredes y crecen bajo nuestros pies cuando estamos parados. Cuando caminamos, los pétalos se dispersan. Los animales también reaccionan ante la presencia humana, convirtiéndonos en exploradores que han de ayudar a proteger la diversidad del espacio expositivo.
Reflexionar sobre la relación entre naturaleza, creación digital e interacción no es novedoso. Artistas digitales pioneros como Jennifer Steinkamp o la pareja artística formada por Christa Sommerer y Laurent Mignonneau llevan tiempo ofreciéndonos una visión muy personal sobre el tema. Steinkamp en videoinstalaciones inmersivas con plantas y árboles «tecnológicos» de fluidos movimientos. Sommerer y Mignonneau en sus propuestas pioneras sobre arte y vida artificial.
La muestra, además de resultar sugerente, ayuda a romper sutilmente los límites mentales instaurados desde el confinamiento. Descubrir e interactuar en directo –a través de animaciones y sonidos en constante evolución– tiene su recompensa emocional que se agradece en estos tiempos de tanta incertidumbre.
Acercarse al CaixaForum Barcelona a contemplar e interactuar con ambas propuestas puede ser la excusa perfecta para volver a visitar museos, galerías y otros centros culturales. Pero, más en concreto, para reencontrarse con el arte digital. Por la puerta grande.
Referencias
Enlaces:
«Arte, tecnología y naturaleza»
FUNDACIÓ SORIGUÉ (2020). Mat Collishaw. Dialogues. Consulta en: https://www.fundaciosorigue.com/exposicion/mat-collishaw-dialogues/
Bibliografía:
BOURRIAUD, N. (2017). Estética relacional. Adriana Hidalgo editora.
OEN, K. G., JACOBSON, C., MANABE, Y., MORISHIMA, Y., TEZUKA, M. (2020). TeamLab: Continuity. San Francisco Asian Art Museum.
[1] Es el pionero y tiene una sede en Shanghái.
Cita recomendada: GONZÁLEZ DÍAZ, Paloma. teamLab. Interactuar con la naturaleza. Mosaic [en línea], julio 2021, no. 195. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n195.2130
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