¿Cuánto puede llegar a saber Facebook de nosotros? ¿Es capaz de reconocer nuestros intereses, opiniones, ingresos económicos o, incluso, sentimientos? Y de ser así, ¿por qué razón recopila toda esta información? ¿Qué beneficios obtiene de todos esos datos?

El tráfico y control de los datos personales es un tema que está alcanzando notoriedad, debido en parte al incremento exponencial de dichos datos y al control y utilización de dicha información por gobiernos y empresas. El usuario debe andarse con cuidado, tal y como se muestra en el vídeo Monologue of the Algorithm: how Facebook turns users data into its profit, y la necesidad de un sistema que garantice la privacidad de los datos privados apremia.

Así, en el citado vídeo, realizado por Vladan Joler (SHARE Lab) –entrevistado por Mosaic el pasado septiembre– y Katarzyna Szymielewicz (Panoptykon Foundation), se nos muestra cómo Facebook utiliza nuestros datos para abastecer las necesidades de aquellos anunciantes que buscan la atención de posibles clientes, codificando la información extraída en un simple, pero valioso, perfil de consumidor.

¿Estaría en lo cierto Mark Zuckerberg cuando declaró para The Guardian que la privacidad ya no es una norma social?