Entendemos el futuro de la educación superior como un entorno de aprendizaje social, abierto y colaborativo, donde las personas construyen conocimiento en interacción con los otros, abriendo sus problemas y buscando soluciones de una manera global.
¿Quién es Tíscar Lara y qué es el proyecto Mobile Learning?
Difícil definirse una misma, así que quizás lo mejor sea curiosear en mi blog o ver cómo me conciben los demás en mi twitter.
Mobile Learning EOI es un proyecto de innovación educativa de la Escuela de Organización Industrial que hemos puesto en marcha durante este curso y donde más de 400 alumnos de posgrado y MBA disponen de un teléfono móvil Android 3G para comunicarse y compartir conocimiento más allá del aula.
El proyecto Mobile Learning se comprende dentro de la apuesta de EOI por el Conocimiento Abierto junto a otros desarrollos paralelos como es el uso docente de blogs y wikis por un lado, y la integración de un repositorio openaccess de publicación multimedia en Creative Commons, por otro. Esto explica que el sistema operativo seleccionado haya sido Android, puesto que está desarrollado en software libre e integra además las aplicaciones colaborativas de Google.
Más información en http://www.eoi.es/blogs/mlearning
¿De dónde surge la idea del proyecto? ¿Qué necesidades educativas pretende resolver?
Entendemos el futuro de la educación superior como un entorno de aprendizaje social, abierto y colaborativo, donde las personas construyen conocimiento en interacción con los otros, abriendo sus problemas y buscando soluciones de una manera global. La movilidad y ubicuidad que aportan los dispositivos y las herramientas móviles hacen posible esa conexión desde cualquier sitio y en cualquier momento. En el proyecto Mobile Learning EOI los dispositivos móviles facilitan la expansión del aula en entornos digitales, para que alumnos y profesores puedan continuar la conversación y construir el proceso de aprendizaje de manera colectiva.
¿Os habéis inspirado en otras experiencias similares?
Muchos programas educativos a nivel internacional han desplegado en los últimos años proyectos bajo el término de mobile learning. Sin embargo, lo más interesante del momento actual es la evolución tecnológica de redes y dispositivos, así como las prácticas de apropiación social de los usuarios en su motivación por producir y compartir conocimiento en internet. En EOI hemos querido ir un paso más allá de los usos más tradicionales de otras instituciones educativas donde conciben el teléfono móvil meramente como un punto de acceso al consumo de información multimedia. Nuestro enfoque está más centrado en el alumno y en potenciar sus capacidades de producción y participación a través de internet, entendiendo los procesos de creación y de expresión comunicativa como elementos esenciales de toda experiencia de aprendizaje.
¿Qué se enseña a los estudiantes a través de este proyecto? Y… ¿cómo?
Los alumnos aprenden a gestionar sus tiempos con herramientas de acceso rápido y continuo a la información, así como a comunicarse con lenguaje multimedia y a trabajar en red con las comunidades de aprendizaje que van formando con sus compañeros y profesores. Estamos convencidos, y los informes sobre competencias profesionales así lo observan, que este tipo de habilidades son claves para el aprendizaje permanente en la sociedad actual.
Entonces, vuestro concepto de m-learning está más en la línea de adquisición de determinadas competencias y habilidades que en el del acceso a materiales docentes. ¿Es así? ¿Qué opinas, en cualquier caso, del papel de los contenidos en este escenario?
Todos esos usos están integrados dentro del modelo de mobile learning. El acceso a los contenidos en abierto que se generan desde los programas de formación en EOI, ya sean libros, vídeos, conferencias en audio, etc., es una parte fundamental del uso de tecnologías móviles. Según se van desarrollando mejores terminales, en tamaño de pantalla y calidad de aplicaciones, así como en la conectividad a la red, también va mejorando la experiencia de consumo y reutilización de esos materiales.
Te referías antes a vuestra apuesta por el software libre. No se trata sólo de Android, sino también de Moodle, por ejemplo. ¿Por qué esa decisión?
Esa decisión responde a un pilar fundamental del Plan Estratégico 2020 de EOI donde se define su modelo de Educación Abierta y Digital, lo cual se traduce, entre otros elementos, en el uso y fomento de tecnologías abiertas basadas en software libre. Entre los valores que destaca EOI en su Plan 2020 para construir una nueva sociedad basada en nuevos modelos productivos se destacan la tecnología, la sostenibilidad y la emprendeduría. El software libre simboliza estos tres valores. Es tecnología, es sostenible y es motor de innovación económica. Sobre este tema, recomiendo la lectura de un estudio que hicimos hace un año donde se explica el porqué y para qué del software libre: La oportunidad del software libre: capacidades, derechos e innovación.
También hablabas de open access. ¿Cómo articuláis ese punto?
Además de Moodle y Android, hemos implementado un repositorio institucional basado en software libre Fedora para ofrecer en abierto el material intelectual de EOI generado por investigadores, profesores, alumnos, etc. En los últimos meses hemos publicado todos nuestros libros y estudios con licencias Creative Commons, además de integrar módulos sobre cultura digital y propiedad intelectual de forma transversal para formar a toda la organización en los fundamentos de la cultura abierta y mostrar los beneficios tanto intelectuales como económicos y sociales del open access para la producción de conocimiento.
También hablabas de comunidades de aprendizaje. ¿Qué papel juegan las redes sociales en este nuevo panorama educativo?
Las redes sociales actúan como extensión natural del aula dentro de un concepto de educación expandida y aprendizaje permanente. La actividad en redes como Twitter, Facebook o LinkedIn hace que profesores y alumnos se relacionen y compartan conocimiento en un proceso que intensifica la experiencia de aprendizaje dentro y fuera del aula.
Las redes sociales, como espacios de relación horizontal, directa y extremadamente interconectada, acaban también por modificar los roles clásicos de profesores y alumnos en un proceso educativo. En Internet todos aprenden de otros y todos enseñan lo que saben.
El intercambio de conocimiento permite además identificar talentos entre los propios compañeros de curso y relacionarse con la comunidad de alumni en una posición privilegiada de networking para el desarrollo de sus carreras profesionales.
La educación permanente es un proceso dialógico y continuo que nos acompaña a lo largo de toda la carrera profesional. Internet ha provocado que se redefina la categoría de antiguos alumnos al romper las fronteras de tiempo y espacio. Ser alumno EOI significa ser alumno a lo largo de toda la vida.
Seguir conectados a la Escuela de referencia es una oportunidad para la formación continua, ya que permite seguir aprendiendo del conocimiento que su institución genera a través de libros, conferencias, eventos y demás contenidos en abierto.
La Escuela se convierte de esta manera en un marco de pertenencia, un espacio de relación, una referencia con voz autorizada en los temas de su especialización y una fuente de conocimiento constante a disposición de la sociedad a través de sus profesores y alumnos en las redes sociales.
Una vez terminado el programa cursado, las redes sociales se transforman en la extensión natural de los vínculos creados entre la institución, sus profesores y alumnos. En esta nueva fase, los participantes se convierten en embajadores por excelencia de la Escuela en la que se han formado y pasan a actuar como anfitriones de los nuevos alumnos.
Viniendo de la UOC, con un enfoque de educación puramente a distancia, a veces nos cuesta ver cómo combináis la presencialidad de vuestros estudios con la iniciativa de m-learning. Imagino que los no familiarizados con el m-learning también se les hace difícil de entender. ¿Nos puedes contar un poco cómo funciona en la práctica?
El modelo de educación basado en la transferencia de información se ha transformado en un modelo de aprendizaje basado en la producción de conocimiento. La metodología de aprender haciendo o learning by doing combina la producción colectiva, el trabajo en red y la evaluación constante como pilares fundamentales de la educación digital.
En su extensión en las redes sociales, las paredes del aula se hacen transparentes e invitan a otros actores a participar en sus procesos. Producir y discutir en la Red ofrece un laboratorio de innovación abierta a la sociedad que somete a discusión y revisión continua las mejoras del proceso de aprendizaje.
El dispositivo móvil es un elemento imprescindible tanto dentro como fuera del aula. Actúa como punto de acceso a la información más directa (correos, citas de clases, trabajos en grupo, eventos) pero también para la consulta de contenidos y el seguimiento de actividades. Para ello es importante comprender su uso en relación con las cuentas de trabajo colaborativo de Google que favorecen la participación de grupos y gestionar el feedback de una manera muy ágil en las clases (con el uso de formularios, con aplicaciones de moderación de debates, con la producción de proyectos en sites, etc.). Estas herramientas de seguimiento facilitan a los profesores la tarea de observar y guiar el trabajo de los alumnos desde el inicio de las clases evaluando el proceso por encima del resultado. Para conocer un poco mejor el modelo podéis ver este artículo en TELOS Mobile Learning EOI. Android, una apuesta por el conocimiento abierto
Y ya para cerrar, ¿falta innovación educativa en nuestro país?
Falta capacidad para arriesgar y probar nuevas formas de interacción en procesos de aprendizaje donde profesores y alumnos producen y comparten conocimiento en modelos más horizontales. No es tanto un problema de disponibilidad de tecnología, como de cultura tecnológica y más aún, de cultura digital.
Cita recomendada: PORTA, Laura; CÓRCOLES, César y GIMÉNEZ, Ferran. Tíscar Lara. Mosaic [en línea], julio 2010, no. 80. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n80.1020.