El concurso de La Virtual lo anunciaron en todas las aulas del Campus, tanto verlo me animé a participar. Para ser sinceros, el premio era un buen gancho. Pero también me hacía gracia la idea de crear el diseño para una chapa, porque hasta ahora sólo había diseñado para formato web o papel. Lo nuevo siempre motiva más. Así que me reservé una tarde libre y me puse a trabajar en la chapa.
Antes que nada, repasé toda la información: el póster del concurso, las bases, el diseño del año anterior… También paseé por la web de las Caves Júlia Bernet para ver qué estilo respiraba su diseño. Tanto la web como la botella tenían un diseño bastante sobrio y elegante. Pensé que la chapa debía estar acorde.
Como aún no sabía qué iba a hacer, preparé primero la plantilla con las guías y medidas según marcaban las bases sobre Photoshop, por si quería hacer algún retoque fotográfico. Sobre la plantilla coloqué los textos de los laterales y también el símbolo de La Virtual, que había creado antes con el Freehand para tenerlo en formato vectorial. Mientras tanto, se me habían ocurrido algunas ideas para el diseño.
Pensé en utilizar algún tipo de textura, con un motivo floral o de hojas, para colocarla en el fondo de la chapa a modo de estampado. Sólo usando dos tonos y con colores contrastados. Aunque quedaba bastante elegante desistí pronto porque era imposible combinar el símbolo de La Virtual lleno de esquinas con una textura llena de curvas, y si interrumpía el estampado con una mancha de color sólido que enmarcara, el logo perdía la gracia. A otra cosa pues.
Pero llegados a este punto, ya tenía más o menos claro lo que quería hacer. La idea de la hoja me gustaba. Quizás no podría usarla a modo de estampado, pero sí como motivo decorativo en un lado de la chapa. Tenía decidido qué colores iba a utilizar: negro sobre blanco o sobre marfil para el motivo, reservando el rojo para destacar la marca La Virtual. Ahora necesitaba encontrar la forma adecuada para la hoja.
Me dirigí directamente a Stock Xchnge, un banco de imágenes gratuitas al que suelo recurrir a menudo, en busca de hojas de parra estéticas, sueltas, con una buena caída, sobre un fondo sólido para que fueran fáciles de recortar… Evidentemente no encontré nada de eso, pero di con una foto interesante: un tallo de viña que formaba un caracol muy gracioso.
Imagen utilizada por Fàbregas para el diseño de la chapa de cava (Fuente: http://www.sxc.hu/).
Así que me la llevé al Photoshop y empecé a jugar con la forma en espiral, girándola, duplicándola y dibujando alrededor, hasta lograr una mancha que recordaba a la de una hoja, aunque algo abstracta.
Quedé bastante satisfecha con la figura porque las curvas y espirales le daban un toque orgánico acorde con el producto. Invertí los colores para convertir la hoja en silueta y dejar el fondo blanco. Ya sólo quedaba disponer el logotipo para que el conjunto quedara equilibrado y ya tendría el diseño terminado. Lo coloqué encima de la hoja, en la parte inferior, no muy grande para que no le restara todo el protagonismo, ni tampoco muy pequeño, para que se pudiera leer bien la tipografía.
Chapa ganadora del concurso de La Virtual (Foto: Cristina Fàbregas).
Terminado el diseño, quería ver cómo quedaría. No había diseñado nunca nada parecido. Me resultaba difícil imaginar el aspecto que tendría si se producía. Así que utilicé una foto de una chapa real para hacer la simulación. Y eso ya se parecía más una chapa de verdad.
Luego volví al diseño y le di alguna que otra vuelta a la tipografía, pero acabé optando por la más corporativa, la Arial (a falta de Helvética). Y, entonces sí, el diseño estaba ya acabado. Hora de probar suerte en el concurso.
Introducción por Roser Beneito
Un cava con huella digital (Blanca Draper)
Cita recomendada: FÀBREGAS, Cristina. Espirales de viña. Mosaic [en línea], enero 2008, no. 62. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n62.0808.