Universitat Oberta de Catalunya

Evru

La obra de Zush reflexiona sobre la naturaleza humana, sobre las múltiples personalidades que se esconden en un individuo y las construcciones culturales que limitan conceptos como salud y enfermedad, sexo, locura o razón. Una relación dual, harmónica y conflictiva entre las relaciones personales de los sujetos, entre la naturaleza y las imposiciones culturales, entre el pensamiento racional y el cuerpo. Un equilibrio delicado entre lo caótico y monstruoso y la composición racional.

Así mismo, su iconografía se nutre de imágenes que nacen de elementos autobiográficos. Cerebros, ojos, órganos vitales, monstruos, fuego, agua o pájaros constituyen su universo artístico así como la utilización de una escritura caligráfica, un alfabeto personal – asura- que ha ido cultivando desde niño y que actualmente tiene alrededor de 3.000 palabras. Todos sus libros, todas sus obras están escritas con el alfabeto de su estado, un código hermético que pretende expresar todo aquello que no es posible explicar de modo racional.

La obra de quien se define utilizando un concepto propio, psico-manual-digital, con el que alude al balance harmónico que debe mantener el artista entre la idea racional, la creación como acto físico y el uso de la tecnología como ritual propio de la época.

Mosaic: Su voluntad por desacralizar la figura del artista y su diversidad de intereses le han llevado a utilizar un amplio abanico de medios que hacen difícil su clasificación: pintura, dibujo, grafismo, assemblages, fotografía, collage, escultura, el libro e incluso el registro sonoro. ¿Cuándo decide incorporar el medio digital a su creación artística?

Evru: A ver, en 1975 recibí una beca Fullbright, a través de la Fundación Juan March, para ir a estudiar Holografía al MIT de Boston. Presenté 3 holografías, dos de ellas las hice en el estudio de Jason Sapan, en Nueva York, quien había hecho ya holografías colaborando con Salvador Dalí.

Fue precisamente en el MIT donde comprendí que la holografía en ese momento se encontraba todavía en un estadio muy primitivo y que lo que realmente parecía tener posibilidades de explotación futura, aquello que iba a revolucionar el mundo de la imagen, era el ordenador.

Mosaic: Entonces, ¿Cuándo empieza a aplicar la tecnología digital a la pintura?

Evru: Empecé a aplicarla en los años 80. Al principio se trataba de obras híbridas, obras de transición en las que utilizaba el ordenador como una herramienta más. Tomaba una foto digital, la escaneaba y la trataba en el ordenador, luego la proyectaba o la imprimía y la enganchaba en un cartón o en una madera y entonces pintaba sobre ella. Cuando el espectador se paraba en frente de la obra no podía saber lo que estaba hecho a mano y lo que estaba hecho a través del ordenador.

Mosaic: ¿Podríamos decir que se trataba de obras de transición?

Evru: Sí, en buena medida sí, aunque todavía hoy sigo utilizando un proyector para plasmar en papel obras que he creado digitalmente, por ejemplo. De hecho, cuando aparece una nueva tecnología, su aplicación siempre pasa por un período de transición, hasta que la gente se familiariza con ella. Las primeras fotografías son acuareladas, les daban con pintura de colores encima para hacer esa transición entre una y otra tecnología.
Actualmente pasa lo mismo, todavía falta recorrer parte del camino para que el sistema del arte tradicional acabe de aceptar, de hacer suyo, el arte puramente digital. Aunque ya vemos obras digitales en museos, galerías y ferias importantes de arte, como ARCO, que destinan una parte importante de su espacio al NetArt.

Mosaic: ¿Cuándo presenta su primera obra enteramente digital?

Evru: De 1994 a 1998 presento ya varias obras que pueden presentarse como ejemplo de la integración de la tecnología digital en mi trabajo: mi autorretrato ’60 Aheads’; o los personajes de Evrugo en las obras ‘Movrunda’, ‘Tusda’ o ‘Doruda’. Pero quizás podríamos destacar ‘PsicomanualDigital’ (1998) como primera obra enteramente digital. Es el primer CD ROM que hago y con él nos dan finalmente el Premio Laus 1999 de CD-ROM.

Mosaic: ¿Qué es PsicomanualDigiatl? ¿Qué presenta?

Evru: PsicomanualDigital es una pieza interactiva que muestra cómo es mi Estado por dentro. Muestra el universo evrugo que representa el territorio individual, mental y físico que tenemos todos e intenta explicar cómo somos todos los seres humanos. De hecho todos tenemos la necesidad de tener un territorio individual y personal en el que generar nuestras propias leyes, nuestra propia filosofía. Un territorio, una burbuja, en la que tan solo permitimos entrar a determinadas personas. Así ‘Evrugo Mental State’ es mi territorio, es mi Estado y está poblado por los personajes que aparecen en mi obra. En él encontráis un alfabeto propio (asura); pasaporte; bandera; embajadores (omores); ministros (enestris); moneda (túcares); himno nacional; los personajes que habitan y hablan en él.

A través de PsicomanualDigital presento este universo y podéis ver cómo son los cuerpos por dentro; cómo se habla; cómo se traduce, cómo se pinta dentro de mi Estado.

Mosaic: ¿Cómo nace la idea de crear un Cd Rom interactivo para presentar evrugo, su universo artístico?

Evru: La idea nace de un encargo de Sergi Caballero y Enric Palau, organizadores de Sónar, para colaborar en la creación de un Cd Rom interactivo para el festival. Fueron ellos quienes me pusieron en contacto con la empresa Mubimedia, encargada de la integración del CD.

El caso es que el proyecto quedó parado. Así que habiendo desarrollado ya buena parte del trabajo decidí continuar con Mubimedia pero con otro objetivo: mostrar mi obra, mi alfabeto, mi Estado. La idea les pareció interesante y en el 98 terminamos finalmente la aplicación, que posteriormente fue premiada en 1999 por la Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos (adg-fad).

Mosaic: Por lo que explica parece una aplicación cercana a una ‘enciclopedia artística’. ¿Es así? ¿Qué aspectos digitales integra en su Estado a través de este Cd?

Evru: No, PsicomanualDigital es mucho más que un mero aparador de mi Estado. PsicomanualDigital ya es una obra digital en sí misma. De estar ante una imagen ante la cual eres un espectador pasivo pasas a estar delante de una obra con la que interactúas. En PsicomanualDigital el espectador puede afectar la obra, puede jugar con ella, conseguir que cambie de forma, que salte, que se mueva,… Y es esta una aportación de lo digital en el arte que me interesa especialmente. Siempre he creído en el potencial creativo de toda persona y precisamente a través de lo digital consigo que el espectador cree, que el espectador interactué con mi obra, que deje de ser un espectador pasivo para pasar a ser él mismo el artista.

Mosaic: ¿Es esta misma idea la que sustenta la creación del programa digital ‘Tecura’?

Evru: En buena medida sí. Tecura es una máquina muy sencilla de pintar diseñada para que la gente que no ha utilizado nunca un ordenador, o para que la gente que desde niñ@ nunca ha vuelto a pintar, o colectivos: gente mayor, chicos con síndrome de down, esquizofrénicos,… puedan coger este programa y de una manera muy intuitiva se atrevan inmediatamente a pintar, se dejen llevar, vean lo que genera y creen una obra personal con facilidad.

Mosaic: En diciembre de 2000, el MACBA presentó una exposición retrospectiva de Zush en colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) en la que abría al público un ‘Taller de experimentación’ en el que crear sus propias obras digitales a través del programa Tecura. ¿Cómo y con qué objetivos nace la idea?

Evru: A ver, en esta misma exposición incluimos el espacio ‘Habitáculos dentro del museo’. Viví dentro de la exposición con el objetivo de cuestionar la lógica convencional establecida por el museo durante el siglo XX. Con la intención de alterar con mi presencia la relación entre arte, artista y espectador y desmitificar así la imagen del artista inaccesible.

Mosaic: Con Tecura afirmaba paralelamente el papel activo del espectador dentro de la exposición convirtiéndose en artista. El espectador creaba dentro del museo y el conservador de la exposición escogía las mejores imágenes que hacían los usuarios de la máquina de pintar (Tecura) y las integraba en la exposición. Con ello conseguías que el espectador se sintiera protagonista.

Mosaic: ¿Artista por un día?

Evru: En parte. Sin ser reconocidos ‘artistas profesionales’ tenían una obra suya colgada en el museo. Con ello los espectadores invitaban a sus amigos a que fueran a ver su obra. ¡Resultó todo un éxito! Además pusimos una cámara digital que les grababa mientras pintaban. Podían verse al mismo tiempo en una pantalla gigante y luego manipularse, pintarse y deformarse. ¡Esto les encantaba!

Mosaic: Ha destacado como elemento importante para su obra la interactividad que aporta lo digital y el papel relevante que puede otorgar así al espectador. Pero otro elemento que se ve constantemente a través de su obra es su interés por la mezcla de lenguajes, como la música, el texto y la imagen. ¿Sigue esta línea el proyecto que presentó en 1999: SPINMU (Scripts-Paintings-Music)?

Evru: Sí, de hecho Spinmu surge de la combinación de los vocablos ‘Script’, ‘PINtura’ y ‘Música’, y representa la unión de los lenguajes plástico, escrito y sonoro a través de las nuevas tecnologías. Es precisamente este el proyecto que me interesaría terminar de desarrollar en colaboración con GMMD. La implementación de una aplicación digital que plantea un nuevo código comunicativo en la relación entre emisor y receptor de un mensaje, convirtiéndose así en una herramienta para el envío de correo electrónico o para el envío de otro tipo de mensajería desde una plataforma digital. Esto es, un programa que genere imágenes y sonido sincrónico y único con cada tecla presionada. Permitiría al usuario de Spinmu articular mensajes en el idioma/s en que se base su sistema operativo, sea desde el teclado o mediante un micrófono conectado al ordenador, que se transformarían en imagen y sonido. Pongamos por ejemplo un mail sonoro y visual, abierto o encriptado, éste último sólo legible si el receptor tiene un Plug-in o aplicación Spinmu. Un sistemas de comunicación que acerca las diferentes culturas locales al concepto de aldea global.

Mosaic: Parece un proyecto complejo que precisaría del trabajo conjunto del artista con un equipo especializado en programación.

Evru: Sí, concretamente especializados en programación en Lingo para Director.

Mosaic: Así, la autoría de la obra queda compartida entre artista y programador. ¿Dónde quedaría la frontera de la autoría de la obra de arte?

Evru: Siempre he reivindicado el no protagonismo del artista. La complejidad técnica de ciertos proyectos me obliga a trabajar con equipos de formación multidisciplinar, y esto conlleva un desplazamiento de la responsabilidad final sobre la obra, tradicionalmente vinculada al nombre del artista, hacia la obra en sí misma. Así que en cualquier equipo en el que trabajo yo soy el creativo que colabora, que comparte trabajo, con un equipo técnico. En el caso de Spinmu con un equipo de programadores. En otras ocasiones he compartido trabajo con creadores de otras disciplinas: arquitectos (como Enric Ruiz-Geli), músicos (como Peter Gabriel) o escritores, por poner un ejemplo.

Mosaic: Teniendo presente todo lo que ha dicho hasta ahora, ¿Qué opinión le merece el ‘nuevo arte’? ¿Qué es para usted el Arte Digital? ¿Cómo lo definiría?

Evru: Para empezar no lo catalogaría de ‘Nuevo Arte’. De hecho, la palabra ‘Nuevo’ me pone muy nervioso. Cada época tiene su ritual y actualmente el ritual es digital. Y si me apuras, audiovisual, hasta entrar incluso en el territorio de genético o de nanotecnológico.

Aunque parezca un razonamiento muy filosófico y de la sensación de que esquive la pregunta, considero que todo arte interesante, aquél que aporta algo al ser humano, es atemporal. Es decir que hay imágenes que perduran y que son necesarias incluso para el entendimiento de una época, el momento en que fueron creadas es lo menos importante. Lo verdaderamente importante es la energía que transmite la obra, las ideas, las sensaciones que consigue transmitir.

Mosaic: Finalmente, ¿Por qué ha dedicado su vida a la creación artística? ¿Qué le aporta crear y qué espera aportar a quien contempla su obra?

Evru: A ver, el arte que me impresiona siempre es aquél que mira dentro del ser humano, aquél que mira y refleja cómo es una persona por dentro y que paralelamente hace un escaneo y muestra lo que está pasando en su entorno, pues el entorno afecta al ser humano.

Cuando somos niños todos creamos, todos dibujamos (somos artista), hacemos experimentos (somos científicos). Cuando empezamos a tener uso de razón pasamos a preguntarnos de dónde venimos y a dónde iremos al morir (somos místicos) y solemos descuidar nuestra parte artística y nuestra parte científica.

Si con mi obra consigo que la gente encuentre la harmonía entre el arte, la ciencia y la mística. Si consigo crear un proyecto en el que estén presentes estos tres elementos quizás podría recuperar el equilibrio presente en nuestra infancia. Quizás consiga que la sociedad sea mejor, que la gente tenga que ir menos al médico, tenga que ir menos a terapias de curación. Sería una autocuración creativa: ‘Arte para curarte’. Esta es mi obsesión.

Teniendo esto presente, todo artista a través de su obra intenta despertar una emoción en el espectador: de amor, de tristeza, de alegría, de denuncia social, de denuncia política,… Esta sería la parte mística de una obra de arte. A partir de aquí, si el artista tiene suficiente energía, conseguirá afectar, mejorar o empeorar, a través de su obra aquello que le envuelve.

Bibliografía:

  1. La campanada. Madrid: Ave del Paraíso, MNCARS-MACBA, 2000.
  2. Lebrero Stals, José. Zush. Barcelona: Ediciones Polígrafa, 1997.
  3. Le Milieu du monde. Arles: Actes Sud, 1993.
  4. Els llibres de Zush. Barcelona: Departament de Cultura. Generalitat de Catalunya, 1989.
  5. Magiciens de la terre. París: Musée national d’art moderne. Centre Georges Pompidou, 1989.
  6. Zush: Evrugo mental state. Barcelona: Galeria Joan Prats, 1987.

Cita recomendada: MOSAIC. Evru. Mosaic [en línea], marzo 2003, no. 15. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n15.0304.