Lo que en un principio comenzó con una simple ayuda internacional. Teniendo al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC) con la finalidad de crear una silla especial. Se trata de un vehículo robótico Palmiber, el cual acabó por aceptar el reto de optimizar y hacer un prototipo perfecto del vehículo. Todo con el objetivo de ayudar a los menores que poseen parálisis cerebral.
Incluso, se trató de un trabajo de ErgoTEC el cual ya posee con los planos de una versión optimizada para elaborar un segundo prototipo. Uno que sea más optimizado en cuanto a la necesidad de los niños.
Fue en 2015 que los ingenieros costarricenses comenzaron con el diseño del asiento para dicho vehículo robótico. Sin embargo, se dieron cuenta de la complejidad de éste. Por ello, no se pudo completar el plan evitando que el CSIC enviase un vehículo para realizar pruebas. De allí surgió la iniciativa de crear un carro propio.
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