Los pasados 26 y 27 de marzo tuvo lugar en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en Pamplona, la decimoséptima edición de la Cumbre Internacional de Infografía Malofiej, bajo el auspicio de Javier Errea.
En el evento se reunieron algunas de las voces más importantes del mundo infográfico. Como corresponde a un sector íntimamente ligado a la prensa, fueron inevitables dos focos de atención no infográficos: la crisis de la industria, por un lado, y el muy controvertido tema de la integración de redacciones digitales y ‘convencionales’ en los diarios de todo el mundo. Si sobre el primero de ellos el tono fue bastante uniforme y comedido, por lo que respecta a la ‘convergencia’ las opiniones eran para todos los gustos, desde los que ven el salto decidido al digital como la única alternativa hasta los que no quieren oír ni hablar de la web.
Para los intereses de Mosaic, los puntos más importantes eran los de la infografía interactiva, representados por la notable delegación del New York Times, con la editora de gráficos Amanda Cox, Aron Pilhofer del grupo de ‘Interactive News Technologies’ del diario y el ‘Senior Multimedia Producer’ Gabriel Dance (sobre estos dos últimos y otros miembros de su equipo, muy recomendable el artículo The New Journalism: Goosing the Gray Lady, aparecido en enero en la revista New York). También se centraron en temas multimedia Tom Kennedy, ex-editor jefe de multimedia del Washington Post y Geoff McGhee, actualmente en LeMonde.fr, pero también proveniente del New York Times.
Periodismo interactivo
Aron Pilhofer titulaba su charla Effective Interactives. Comenzó ilustrándola con The Guantánamo Docket, un espectacular trabajo periodístico de recopilación de datos sobre la tristemente célebre prisión militar estadounidense en la isla de Cuba y los 779 hombres que han residido en ella desde 2002. Lejos del concepto habitual de historia periodística, el ‘docket’ es más una base de datos documental puesta a disposición de los lectores del diario, que ilustra un cierto concepto de nuevo periodismo que, basándose en las tecnologías web, permite poner en manos del lector cantidades de datos impensables para un diario de papel, ofreciendo a la vez herramientas para filtrar esos datos y convertirlos en información relevante. Otro ejemplo de esta tendencia es Is It Better To Buy Or Rent? que, lejos de ser un artículo sobre el estado del mercado inmobiliario, pone una sofisticada herramienta en manos del lector para permitirle hacerse sus propias proyecciones sobre la conveniencia de comprar o alquilar, en función de los diferentes parámetros relevantes.
Estos ejemplos sirvieron a Pilhofer para presentar una lista de los puntos que contribuyen a hacer un buen infográfico:
- Impregnarlo de contexto y análisis. No se trata de poner los datos en línea solo porque los tengamos disponibles: la función del interactivo es periodística, y debe servir a este fin. Véanse los ejemplos Candidate Schedules o Campaign Finance de la pasada campaña electoral estadounidense.
- Datos útiles, no sobreutilizados. Como puede apreciarse en Diversity in the Classroom, el interés no es presentar todos los datos, sin más, sino ofrecer al lector una manera útil de apreciar las tendencias y darle pistas sobre dónde encontrar datos especialmente significativos.
- Estimular la exploración y el descubrimiento. Como puede verse en Casualties of War, señalar determinados momentos clave para el interfaz (“la invasión inicial”, “segunda invasión de Falluja”…) da claves al lector para la interpretación de los datos.
- Dar un lugar en que compartir. En el contexto actual, el concepto de ‘comunidad’ es crítico para los diarios y su importancia va en aumento aunque, en general, a la prensa no se le da especialmente bien ese aspecto. Uno de los ejemplos aportados es el de la ‘porra de los óscares’, permitiendo a cualquier usuario gestionar su propia ‘porra’, con la participación automática de Carpetbagger, el blogger cinematográfico del diario. Otro ejemplo de estímulo a la comunidad lo da Picturing the Inauguration: The Readers’ Album, una aplicación desarrollada sobre una API interna del diario para poder recopilar las fotos tomadas por los lectores durante la inauguración presidencial de Barack Obama.
- Portabilidad: APIs y RSS por todos lados. El diario ofrece un sitio para desarrolladores (en beta) en el que se documentan las diferentes APIs y herramientas que se ponen a disposición de quien lo desee (podemos destacar el Visualization Lab, en colaboración con Many Eyes, la herramienta de visualización de IBM) y que dan acceso a algunas de las bases de datos de la organización (como las críticas cinematográficas y gastronómicas o la información financiera de la última campaña electoral).
- Usabilidad, intuitividad y predictibilidad. Un elemento clave para el éxito de un interactivo es la usabilidad. En este campo, probablemente los contraejemplos son de más utilidad y Pilhofer apunta a algunos de los infográficos sobre fútbol americano que habían desarrollado en el pasado y que presentaban problemas con la usabilidad o la navegación, entre otros elementos (más tarde, en el turno de preguntas calificaría la llegada de un arquitecto de la información al equipo de “regalo divino”).
- Reinventar formas conocidas del periodismo en la web. Pilhofer señala el ‘experimento visual’ What One Word Describes Your Current State of Mind?, que ‘pintaba’ las sensaciones de sus lectores el día de las elecciones, en función de su ideología política, reinventando efectivamente el “periodismo de alcachofa”.
- Todo es datos. Represent (en beta) es una herramienta que permite, especificando una dirección o un código postal, determinar que representantes políticos corresponden a una zona y presentar con una interfaz unificada todas las noticias relevantes, al estilo de un ‘newsfeed’ de Facebook. También está en esta línea el visor de documentos On the Origin of Species, una interfaz al libro homónimo de Charles Darwin con ocasión del 150 aniversario de su publicación, especialmente anotada por múltiples científicos.
En el turno de preguntas Pilhofer insistió en que el trabajo desarrollado en su grupo es periodismo y que lo único que sucede es que este se encuentra en proceso de profundo cambio. En esta línea, destaca que el grupo de ‘interactive news technologies’ se ubica físicamente en la redacción y no junto a los responsables técnicos de la web. Su preocupación por la industria de la prensa se centra en la falta de capacidad para adaptarse al espíritu de la web lo suficientemente rápido.
Más datos
Amanda Cox es estadística por formación y está detrás de algunas de las aplicaciones de visualización de información más interesantes de la producción del New York Times (y, por extensión, del mundo de la infografía, como demuestra la cantidad de medallas de oro del certamen que acabaría llevándose a casa).
El tema de su charla, Looking for Patterns (Why we should throw away more data) se centra en que “las distribuciones [estadísticas] son más interesantes que las medias”. Así, dos de las visualizaciones que presentó, All of Inflation’s little parts y The Ebb and Flow of Movies: Box Office Receipts 1986 — 2008 colocan sobre el papel o la pantalla mucha más información de la que se suele consumir en un diario, intentando dotar al lector de herramientas para encontrar el conocimiento oculto en los datos… y es que, como apunta, que la tecnología nos permita producir infográficos estéticamente más brillantes y más intensivos en datos no significa que estos nos aporten significado; no es lo mismo presentar datos que explicar una historia y lograr ambas cosas simultáneamente requiere la conjunción de al menos dos factores: el acceso a los datos y un equipo con talento y las habilidades adecuadas.
Una de las tendencias que apunta Cox es la presencia cada vez mayor de la infografía en la portada web del diario, ocupando el lugar que anteriormente habría sido exclusivo de la fotografía. Pese a ello, posteriormente, respondiendo a las preguntas de la audiencia, manifestó que es complicado medir el éxito de un infográfico y que los números que da la analítica web son decepcionantes para todos los productos “visualmente sofisticados”, tanto por lo que hace referencia a los infográficos interactivos como a las producciones en vídeo o multimedia. El feedback recibido indica una respuesta negativa muy escasa y respuestas positivas que, si bien son también poco significativas, son entusiastas. En palabras de Cox “no es grave perder una parte del público para entusiasmar del todo a unos pocos”. Un ejemplo destacado de “infográfico de portada” es How Different Groups Voted in the 2008 Democratic Presidential Primaries, que ocupó tan destacado lugar en junio de 2008.
Otro punto destacado en la charla es cómo el infográfico, en ausencia de contexto, es una herramienta más útil para explorar y profundizar en una noticia sobre la que ya se tiene un cierto conocimiento que como primera aproximación. Así, por ejemplo, en A Map of Olympic Medals, las variaciones en el medallero correspondientes a los Juegos de 1980 y 1984 no tienen sentido si quien lee no tiene conocimiento de los boicots que tuvieron lugar en esos años.
Cuando se habla de infográficos basados en datos que se obtienen automáticamente se pone de manifiesto el cisma entre el “público web” y el “público papel”: mientras el segundo está acostumbrado a piezas informativas estáticas, con una fecha, el primero tiende a esperar información actualizada día a día. Si bien la herramienta automatizada es capaz de lanzar los nuevos datos en el momento en que estos entran en la base de datos, los interactivos no se limitan a la esos datos. Como ejemplo podemos considerar How This Bear Market Compares, sobre la crisis bursátil, publicado en octubre de 2008, o Oil Prices Reach a Symbolic Mark, de febrero de 2008, dos piezas sobre las que siguen recibiendo peticiones de actualización en la redacción. Si bien mantener los datos de ambos ejemplos actualizados está al borde de lo trivial, los textos e imágenes que acompañan al primero o la narración de audio del segundo requerirían de un esfuerzo de actualización nada sostenible.
Cox también se detuvo en los efectos que tiene publicar interactivos tan sofisticados, que ofrecen al público múltiples posibilidades de exploración. Al finalizar las elecciones presidenciales en Estados Unidos el Times publicó Electoral Explorer un sofisticado mapa que permitía filtrar los resultados electores al nivel del condado, utilizando criterios demográficos como densidad de población, nivel económico o educativo, etc. Poner al alcance del público estos datos, junto con las correspondientes herramientas de filtrado y visualización, permitió el desarrollo colectivo de un impresionante trabajo de investigación que comenzaba apreciando la mayor densidad de voto demócrata en una zona del sudeste de los Estados Unidos, vinculándolo primero con la densidad de población afroamericana, el “cinturón del algodón” después y, finalmente, con los eventos geológicos que llevaron a la aparición de un suelo especialmente fértil para el cultivo del algodón, lo que llevaría a una mayor concentración de esclavos africanos en esa área y concluiría con el voto especialmente pro-Obama en la zona. En esa misma línea de estímulo a la comunidad, pero con un efecto absolutamente diferente, Cox menciona lo que ella considera una mejora de sus propios gráficos sobre audiencias cinematográficas, que muy probablemente no habrían surgido de no ser a la popularidad de estos, alimentada por la relevancia mediática de la cabecera del New York Times.
El último punto de la charla se centró en los trabajos más recientes de Cox, que tienden a la máxima simplificación posible.Su producción hasta el momento ha dado lugar a trabajos visualmente espectaculares y complejos en lo que hace referencia tanto a los datos como a las interfaces utilizadas; ahora, prioriza un trabajo previo mucho más intenso de filtrado de los datos para producir un infográfico mucho más simple pero también mucho más efectivo para una audiencia que no realiza el esfuerzo de usar las herramientas que se le han dado. Destaca, en este aspecto, el trabajo Decision Tree: The Obama-Clinton Divide que, pese a su simplismo extremo —que, con toda seguridad, no merecerá ningún premio— supone el filtrado de más 300,000 puntos de datos para concentrar el análisis que, de otra forma, podría haber requerido de horas de trabajo por parte del lector interesado.
Finalmente, en el turno de preguntas se le preguntó por las herramientas utilizadas en su trabajo y los perfiles profesionales de sus colaboradores. En cuanto a herramientas, destacó el paquete de análisis estadístico R, Flash, Flex y el lenguaje de programación ActionScript y, en último lugar, la potencia e importancia crecientes de Processing. En cuanto a los perfiles, destacó que los orígenes educativos y profesionales de los que desarrollan este tipo de trabajo en el diario son de lo más variopinto (desde la estadística de la propia Cox a estudios de economía, informática o diseño), que dan al profesional una pequeña parte de los conocimientos que necesitará en su desempeño, que luego se complementan en muchos casos de manera autodidacta, en ausencia de muchos centros educativos que tengan una oferta académica orientada a este campo.
Cita recomendada: CÓRCOLES, César. Malofiej 17 (Premios Internacionales de Infografía) – Parte I. Mosaic [en línea], mayo 2009, no. 70. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n70.0903.