El multimedia forma parte de lo bello.
Mosaic: En esta entrevista trataremos del 3D y sus aplicaciones. Antes de nada preséntanos Reversible Animacions.
Martí Ribas Reversible SCP (Reversible Animacions, entre nosotros) es una microempresa creada en 1995 con Núria Garcia Caldés a raíz básicamente de nuestro paso a las nuevas tecnologías. Tomó el nombre de nuestro primer trabajo en 3D BCN Reversible, una peli de 15 minutos bastante surrealista sobre una Barcelona onírica. Tanto Núria como yo procedíamos del campo artístico, con técnicas tradicionales, aunque muy experimentadas en televisión durante los diez años anteriores a nuestra fiebre del 3D. Núria ha mantenido en parte su relación con las técnicas tradicionales, yo no he vuelto a tocar un pincel. En menos de un año reconvertimos nuestros proyectos personales en animaciones 3D. Además reconvertimos toda nuestra actividad profesional, en general, para los mismos clientes que hasta aquel momento nos encargaban dibujos sobre papel. Nos hemos dedicado básicamente a la realización de productos de difusión cultural y científica: hasta el año 2000, exclusivamente en 3D; y a partir de esa fecha, también en Flash, lo cual nos dio acceso a los productos interactivos.
Mosaic: ¿Cuáles son las líneas de trabajo que desarrolláis en la actualidad?
M.R.: Hasta el 2000 trabajamos prácticamente solos, aunque eternizamos algunos trabajos. A partir de esa fecha surgieron producciones de animación que nos excedían cuantitativamente, unos 300 minutos de animación Flash para la Súper E del Club Súper 3 y Enciclopedia Catalana, y llevamos a más gente a nuestro taller. Inicialmente, dibujantes que no habían trabajado nunca con ordenadores y estudiantes de programación que sólo podían trabajar media jornada. Algunos buenísimos, con los que llevamos muchos años de relación y con los que hemos intercambiado mucho aprendizaje. Más de un entrañable anda ahora programando por las multinacionales del sector con traje y corbata. No hemos tenido becarios, en general, hicimos contratos fijos, con lo cual nuestras relaciones laborales han tendido a ser bastante estables y entregadas. Esa entrada de gente tan joven en el taller nos permitió meternos de lleno en el campo de los interactivos. Los hemos realizado de diferentes características, muy exclusivos y complejos, como el Scriptorium del Ayuntamiento de Ripoll, y muy pragmáticos y variados de soluciones, como la extensa producción, durante cinco años, de las Mini Unidades Didácticas del portal de Ensenyament EDU365. Actualmente seguimos desarrollando este triángulo: 3D, Flash, Interactividad, separados o revueltos, a todo lo cual estamos añadiendo cada vez más el fotomontaje fotográfico.
Mosaic: ¿En qué consiste el trabajo de un animador 3D como es tu caso?
M.R.: Al decir “animador 3D” parece que delimitemos mucho esa actividad. Pero según la actitud de cada cual y de sus ambiciones, en la práctica el trabajo y las dedicaciones pueden resultar muy diferentes. Hay quien ambiciona un contrato estable en una empresa de multimedia y dedica toda su práctica a alguna especialización del 3D – animador de giros, por ejemplo- y a no tocar el ordenador fuera del tiempo laboral. Esa actitud contrasta mucho de otras actitudes, bastante típicas en el campo del multimedia. Hay quien, además de ganarse la vida en esas tecnologías, produce obra propia sin una finalidad comercial muy clara. Hay quien investiga con la tecnología y el lenguaje. Hay quien se dedica a los proyectos comerciales o culturales sin esperar el encargo. Hay quien teje estrategias para ganar dinero definitivamente con el multimedia como medio.
Yo prefiero trabajar en un estado de relativa diferenciación entre la obra propia y el encargo. En la mayoría de realizaciones de Reversible Animacions, no nos limitamos a la animación o a aspectos concretos del proceso. Habitualmente participamos en todo el proceso de producción, empezando por los guiones. La realización de un encargo siempre empieza por establecer una relación entre nosotros y los especialistas en el tema a tratar. Eso, a nivel personal está muy bien. Te pasas temporadas hablando de historia, otras de genética y otras de astronomía o de prevención. Si a eso se suma la realización de proyectos personales, la variedad de dedicaciones puede llegar a ser notable. Los dos últimos meses del año pasado los pasé exclusivamente sentado animando en 3D. Todo enero redactando un artículo largísimo sobre animación digital para la UOC. Después realizamos la imagen de un congreso en Tarragona y organizamos los trabajos de diseño gráfico y la producción de sus publicaciones. Otra vez un par de meses sentado para la animación Flash de una serie sobre eco-diseño. Intercalado con todo eso hemos movido miles de libros confeccionando estenografías con proyecciones y niños para una colección de fotomontajes… No sé si esto del multimedia llega a estilo de vida, pero estoy seguro de que resulta una de las formas de vivir con más variantes que conozco.
Mosaic: Cuéntanos con qué programas y herramientas informáticas trabajáis.
M.R.: Con muy poca cosa y un poco con todo. En general hemos seguido la línea del 3D Studio, desde antes que fuera Max, y la del Flash. Por lo demás, los programas gráficos y de edición más habituales. No soy muy amigo de esos softwares maravillosos que se utilizan masivamente y se queman en quince días, con resultados tan repetitivos. El problema está en que la saturación crea cultura y no es raro que el cliente te pida soluciones a la medida de lo que ya ha visto. Poco o mucho tienes que adaptarte a las novedades efímeras. No es desagradable como ejercicio, pero si tienes quien te ayude mejor.
Mosaic: ¿Sigues algún método o proceso creativo en la realización de un proyecto en 3D? Si es así, ¿en qué consiste?
M.R.: Cada trabajo requiere una organización específica, no creo que haya un método universal. Como los procesos de realización suelen ser complejos, lo primero es conseguir un buen rollo entre las partes, no convencional sino práctico, no confundir. No escatimar reuniones ni intercambios de información. Nunca decir nunca “ya está bien” hasta haber agotado el calendario. No entregar nunca un trabajo antes de lo acordado, pero jamás después. En fin, cosas que deberían ser más una cuestión de carácter que de método.
Mosaic: ¿Qué dedicación hay detrás de la creación de una animación en 3D, como por ejemplo tu primera película BCN Reversible o la serie Genética realizada para la Universidad Autónoma de Barcelona?
M.R.: Con BCN Reversible, lo que empezó siendo una euforia creativa terminó siendo una buena estrategia. Sin proponérnoslo, nos sirvió de carta de presentación de nuestras nuevas tecnologías y de las posibilidades expresivas que con ellas conseguíamos. BCN Reversible es un cómic en movimiento. Fue mi último cómic y nuestra primera peli 3D. La hicimos con una beca de la Universidad Pompeu Fabra, en viajes lanzadera entre nuestro estudio en Castellbisbal y el IUA. Alternada, además con mis últimos “cromas” para La Lloll de TV3 y la publicación de mi último álbum A cop d’ull en Regió 7. Imposible cuantificar la dedicación. Pero a tiempo de participar en Art Futura’96.
La serie Genética fue consecuencia del entusiasmo con BCN Reversible de un equipo de autoridades en la materia (un cálido recuerdo del Dr. Egozcue) de la Facultad de Medicina de la UAB. El proyecto estaba becado por el Ministerio de Ciencia i Tecnología, de manera que pudimos trabajar con más holgura. Finalmente fueron dos animaciones de unos 15 minutos cada una, totalmente en animación 3D de personajes, estenografías y modelos anatómicos tridimensionales. Los realizamos en un año entero de dedicación. Núria y yo, exclusivamente, asumimos y organizamos todos los procesos de producción y los trabajos de guión en relación con el equipo científico. La aventura pagó mucho en premios y reconocimientos de difusión científica y poco en distribución del producto, en socialización, digamos.
Mosaic: En el mundo del 3D hay una interacción constante entre perfiles tecnológicos y creativos. En tu caso, ¿cómo se produce esta interacción?
M.R.: Decía que tanto Núria como yo procedíamos de las artes plásticas cuando adoptamos el 3D, llevábamos media vida manejando lápices y pinceles, nos encantaban las texturas del papel. En algún momento encararse con las nuevas técnicas, con sólo el tutorial en la mano, costó sudor y lágrimas. Pero son de tal suerte los diseños de esos software que lo fundamental lo resolvimos por comparación directa con nuestros conocimientos tradicionales, clásicos y artesanales. ¿Cómo sería eso de una manera y de otra? Para entender y relacionarse con el 3D va muy bien saber algo de perspectiva hecha con tiralíneas o de anatomía aprendida en el dibujo a carboncillo con modelo. Más aún tener una formación o una intuición plástica bien desarrollada. Por otra parte trabajar con gente joven da mucho juego en eso de las tecnologías. Siempre hay quien está a la última y te ahorra de estarlo tú. El saber no ocupa lugar, pero sí que ocupa tiempo. Y vivimos en esas dos cosas. Personalmente prefiero la vertiente creativa a la tecnológica. Pero eso equivale a decir que alguien en tu taller debe tomar la actitud contraria para que la cosa funcione.
Mosaic: Desde 1995 trabajas en el campo del multimedia. A partir de tu experiencia, ¿qué consejo darías a quien se está iniciando en este sector?
M.R.: Que no espere a que le den el guión. Una peli corta, la demo de un proyecto imposible, es mejor que un book de ejercicios. Que no diga más “me gustaría hacer mi propia peli”, que haga la peli y después que convierta la fiebre del multimedia en la pasión del multimedia. Finalmente, no desesperes, el multimedia forma parte de lo bello.
Mosaic: Finalmente, ¿qué proyectos estáis preparando desde Reversible Animacions?
M.R.: Recién acabamos de entregar una colección de animaciones sobre eco-diseño para una exposición de Cosmo Caixa y unos fotomontajes de creación sobre mitología para el Tradicionari de Enciclopedia Catalana. Mientras se mueve la demo de un proyecto de animación 3D sobre música para peques hemos empezado a trabajar en un interactivo grande, un contenedor de 50 pequeños interactivos didácticos. Haciendo hincapié en mucho de lo dicho anteriormente, se da el caso afortunado de que este proyecto de ahora se presentó el año 2003 y acabó entonces en nada, para aprobarse en un momento en 2007. Realmente es una aventura eso del multimedia.
Cita recomendada: RODRÍGUEZ, René; CÓRCOLES, César; GIMÉNEZ, Ferran y MARÍN, Antoni. Reversible Animacions. Mosaic [en línea], junio 2007, no. 58. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n58.0724.