Iniciar un proyecto, crearlo, encajar las piezas y hacerlo real. Darle sentido, dotarlo de vida propia para que sea capaz de despertar y transmitir ese “algo” para lo que fue creado es un reto. Conseguirlo, una gran satisfacción.
El objetivo de esta cápsula es hacernos comprender cómo el lenguaje del cuerpo se ha utilizado y se utiliza con finalidades estéticas (danza, teatro, cine…), siendo capaz de contagiar infinidad de emociones y significados en una expresión universal.
Para ello se facilitó un material que constaba de dos fotografías, un vídeo sobre danza butho del grupo Shuzuhu, un documento con citas que hacían referencia a ésta danza y que deberían introducirse, unas pautas -con los objetivos antes mencionados-, y los requisitos de la aplicación: crear un efecto dinámico con la estética de la danza butho.
Después de un proceso de análisis e investigación más a fondo, intenté imaginarme inmersa en este tipo de espectáculo. A partir de aquí vino la inspiración. La idea era recrear una danza butho y el ambiente que transmite: formas, viaje, cambiante, oscuridad, despertar emociones provocando reacción, espiritual, misterioso, mágico, sensual, movimientos exageradamente lentos, figuras humanas pintadas de blanco, cabezas rapadas, representación onírica y poética.
Para conseguir todo esto la escena debía comenzar con una pantalla totalmente en negro, en la que aparecieran y desaparecieran, a distintos intervalos de tiempo, líneas o formas sensuales y sugerentes pero sin un significado aparente. Al pasar el cursor por encima, estas formas toman relevancia y nos dejan ver cuerpos en diferentes posiciones de danza simulando un suave movimiento. Cada una de ellas serviría de enlace para mostrar las fotografías y el video. Con ello me introducía en los conceptos “oscuridad, misterioso, mágico, cambiante y sensual”.
Esta es la idea que expuse a mis compañeros y a los organizadores, siendo aceptada con bastante agrado.
A partir de aquí comenzó el reto: crearlo, encajar la piezas y hacerlo real.
Crearlo
Las herramientas que utilicé para su elaboración fueron Photoshop, Flash, Premiere y Sorenson Squeeze.
La primera etapa fue concebir las figuras que se transformarían en cuerpos. Para ello utilicé fotografías recopiladas de Internet, las viré a blanco y negro, las contrasté y convertí a imagen vectorial con Flash. Realicé un estudio de formas y poco a poco fui estilizándolas siguiendo las líneas más representativas. Posteriormente las depuré para que evocaran símbolos japoneses. Con ello resalto las nociones de “formas, figuras humanas pintadas de blanco” y me introduzco en la cultura japonesa donde nace esta danza en los años 50.
Luego vino la transfiguración de las formas a cuerpos para destacar el aspecto “cambiante”. Esto lo conseguí invirtiendo el proceso anterior. Es decir, ir desde las figuras, pasando por una selección de las fases de descomposición, hasta el cuerpo.
Sin embargo, esto no era suficiente, esos cuerpos debían estar “vivos”. Creé una animación para cada uno de ellos, ya que cada uno tenía unas características determinadas. En algunos casos un simple desplazamiento era suficiente, en otros debí separarlos por partes para moverlas independientemente, y en otros, pasar de una figura a otra. Todo esto jugando con una o más superposiciones desplazadas de la imagen para conseguir el desdoblamiento, acentuando los “movimientos exageradamente lentos”.
Ahora sólo tenía que unirlos para crear los botones que servirían de enlace a los distintos apartados:
UP
OVER
DOWN
HIT
La segunda etapa fue hacer los cortes del vídeo y optimizarlos. Estos respondían principalmente a los planos de los que se componía el vídeo original. Algunos fueron utilizados íntegramente, y otros, más largos, fueron encadenando momentos para conseguir la sensación del movimiento completo, pero reduciendo el tiempo.
Posteriormente comencé un largo proceso de investigación y pruebas de compresión de vídeo en diferentes formatos. De todos, el que mejores resultados me dio en cuanto a calidad y peso, fue el formato flash vídeo .flv, que permite una descarga progresiva mientras se visualiza y una mayor integración en Flash. De esta manera, utilizando Premiere para editar y Sorenson Squeeze para comprimir realicé los cinco cortes de vídeo.
La tercera etapa consistió en crear los elementos de los siete enlaces. Reproducir simplemente el vídeo me parecía poco impactante, muy lejos del ámbito de la danza en la que me había introducido. Así que lo más adecuado era desarrollar escenas dentro de esta figuración. Utilicé una textura diferente de fondo para cada una de ellas. Las texturas surgen a partir de la ampliación de diferentes segmentos de una escritura japonesa y hacen las veces de decorado y ambientación.
Para finalizar cada acto, una descomposición del movimiento del personaje del vídeo se resume en tres siluetas de gran tamaño, que se funden y desdoblan dándole un mayor dramatismo al crear una doble representación: la del vídeo por una parte y la de las figuras por la otra, plasmando así las ideas de “mágico, figuras humanas pintadas de blanco, cabezas rapadas, movimientos lentos y despertar emociones provocando reacción”.
Encajar las piezas
Una vez producidos los elementos pasé a la cuarta etapa, la fase de integración.
Para crear la introducción o menú principal hice una composición de las figuras en la pantalla, e introduje la frase que se me había facilitado para ello con una discreta animación de entrada.
Cabe destacar aquí que para unificar todas las paradas existían ciertas pautas. Entre ellas el fondo negro, el recuadro y el pequeño cuadrado de la parte superior derecha, cuyo color variaría según la exposición a la que pertenece (signos: naranja, voces: rojo, redes: azul), así como la tipografía y tamaños (Verdana 10px 12 px), además de no superar los 125KB por película.
Cada escena se compone del fondo con la textura, sobre ésta el vídeo o la foto, un texto que les acompaña y la animación de las siluetas. Las composiciones son diferentes para remarcar los conceptos de “viaje y cambiante”.
En las escenas con vídeo, para causar mayor proyección y sorpresa, éste debía reproducirse inmediatamente sin necesidad de clicar play. Una vez finalizado aparece un botón para volver a reproducirlo.
En las escenas con fotos este factor de dinamismo se perdía al ser una imagen estática, por tanto pensé que debía incluir algo más para estar más o menos al mismo nivel. La foto aparece entonces por trozos hasta completarse. Al pasar el cursor por encima se resalta parte de ella oscureciéndose el resto, y al clicar da paso a una segunda frase y una segunda silueta. Si clicamos repetidamente conseguimos una sensación de movilidad con la variación en las posiciones de las frases y de las siluetas.
La línea que los envuelve y sirve de soporte tanto al vídeo como a las fotos, así como el color, quedan integrados con el marco exterior constante en todas las cápsulas. Dentro del dinamismo establecido, el marco también goza de identidad propia con una animación que parte desde un extremo y un tamaño igual al cuadrado de la parte superior derecha -permanente también como parte de la unidad del sitio- para abrirse y mostrar la interpretación. Al finalizar, la ventana se cierra de la misma manera como se abre, pero hacia el extremo opuesto. Distinguiendo siempre el hecho “cambiante”. La opción de cerrar permanece visible en todo momento para que el usuario decida cuándo quiere salir.
La figura que sirve de enlace a cada una de las escenas permanece en ella como si ésta fuera su representación.
Llegados aquí era imprescindible optimizarlo todo para que la descarga fuera lo más fluida posible, así que lo dividí por películas independientes (que oscilan entre los 30KB y 200KB), que se van llamando y colocando por capas, unas encima de otras, a través de ActionScript.
Una vez que la cápsula estaba lista para enviar, pensé que al menú principal le hacía falta algo más. Un “algo” que junto a las figuras, hiciera despertar nuevas sensaciones. Quizás se trataba de un sonido. Pero no podía ser cualquier sonido, ni una música de fondo, debía estar en la misma línea que todo lo demás: suave, sutil, discreto y elegante. Así que se me ocurrió que si los vídeos tenían de fondo musical un piano, cada figura podía transmitir una de esas notas. Sé que existen muchos programas capaces de crear los sonidos de diferentes instrumentos. Pero ya se me echaba el tiempo y no podía permitirme buscar ninguno, así que utilicé los recursos que tenía más a mano: el micrófono y el piano de juguete de mi hija.
Hacerlo real
No fue tan fácil, ni mucho menos tan claro como parece, conseguir estos resultados. Significó muchas dificultades para compaginar la vida profesional, personal, los estudios y el proyecto. Muchas horas de pruebas, de ensayo y error para conseguirlo, de consultas a través de Internet, a libros y a diferentes personas de mi entorno para solucionar los problemas de compresión de vídeo y optimización de la película, a todos ellos les estoy profundamente agradecida.
Tampoco habría sido posible sin la oportunidad que nos ha ofrecido el GMMD, el grupo Òliba y el Forum 2004. A César Córcoles y César Carreras, que han estado siempre detrás, casi imperceptibles para nosotros, observándonos pero cumpliendo un papel importante de soporte. Al trabajo excelente de Antònia Monjo como coordinadora y asesora, apoyándonos y animándonos en todo momento, aconsejándonos, solucionando nuestras dudas y atendiendo con sorprendente rapidez todas nuestras consultas. A mis compañeros de equipo, que aunque cada uno estaba inmerso en su trabajo hemos compartido una gran experiencia desde hace casi 10 meses, cuando se nos comunicó que habíamos sido seleccionados. Me siento igual de satisfecha de sus trabajos como de los míos, porque cualquiera de ellos habría sido igual de válido para ser expuesto aquí.
Por último, no quiero olvidarme de mi familia y de las personas que me rodean porque han tenido una enorme paciencia.
Con todo esto quiero decir que para que un proyecto se haga realidad es necesaria la participación de muchas personas, que todas y cada una de ellas son importantes dentro del proceso y su presencia aporta, por poco que sea, un granito de arena necesario para que ese proyecto se haga realidad.
Para finalizar, quisiera recordar a varias personas que todo esfuerzo trae siempre una recompensa -antes o después-.
Cita recomendada: FARRAIS, Sandra. Proyecto: Danza Butho (Exposición Signos – Fórum 2004). Mosaic [en línea], junio 2004, no. 28. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n28.0415.