Cualquier ciudadano es un periodista en potencia, puede actuar como tal y relatar al resto del mundo las noticias que suceden en su entorno más cercano. Al menos así lo afirma Oh Yeon Ho, responsable del sexto medio de comunicación más influyente de Corea. Sobre esta idea se basa OhmyNews, el portal informativo que ha roto esquemas sociales en su país y provocado interminables debates entre los profesionales de la comunicación del resto del mundo.
El pasado 10 de Marzo, gracias a la iniciativa del Grup de Periodistes Digitals, Mosaic tuvo la oportunidad de asistir al debate donde Oh Yeon Ho presentó los pormenores del modelo sobre el que se construye el medio de comunicación que dirige, para después responder a las preguntas planteadas por los periodistas Ferran Clavell (director de contenidos de CCRTVi), Luis Ángel Fernández Hermana (periodista y consultor), Silvia Llombart (directora de laMalla.net) y Ismael Nafría (subdirector de contenidos de Prisacom).
De la presentación que Oh Yeon Ho realizó en el Col·legi de Periodistes de Catalunya se extraen una serie de ideas a las que hay que prestar especial atención:
Primero, OhMyNews es un portal informativo en el que sus lectores realizan el 70% de los contenidos publicados (previa revisión por parte de los periodistas de la plantilla del medio, que a su vez realizan el 30% de contenidos restantes). Esto se consigue con una participación nada despreciable: 37.000 colaboradores (que reciben el nombre de ‘periodistas ciudadanos’) que envían unas 200 noticias al día, llegando a cotas mucho más altas de participación en momentos de especial crispación política en el país coreano.
Segundo, del análisis demográfico de la audiencia colaboradora del medio se obtienen las siguientes cifras: el 76.6% de los ‘periodistas ciudadanos’ son hombres, mientras que el 23.4% restante corresponde a mujeres. La mayor parte de los participantes que aclaran su ocupación principal son estudiantes. Finalmente, el intervalo de edad con mayor índice de participación corresponde al que comprende de los 20 a los 29 años (38.4%), le siguen muy de cerca los participantes de 30 a 39 años (34.5%).
Estos datos, unidos a la especial coyuntura sociopolítica de Corea (una democracia muy joven, importantes ansias de cambios estructurales y un segmento de población de mediana edad y con poca representación en los medios de comunicación tradicionales) explican por qué OhmyNews ha acabado por convertirse en la herramienta que da voz a un importante sector de la sociedad coreana. No en vano, según explicaba Yeon Ho, su portal tuvo un papel fundamental en la victoria del candidato progresista a la Presidencia del Gobierno en 2002.
Si nos adentramos en un nivel más técnico advertimos otros motivos que justifican la participación ciudadana en OhmyNews: el ‘periodista ciudadano’ que publica una noticia en la portada del diario (decisión exclusiva de los periodistas en plantilla, que son quienes dotan de mayor o menor importancia a una determinada noticia) recibe una cantidad de dinero concertada como recompensa.
Modelo de negocio aparte, una vez presentado el funcionamiento de OhmyNews, la cuestión que queda en el aire tiene difícil resolución: ¿tiene un medio como OhmyNews la posibilidad de alcanzar el éxito en España?
En este punto del debate es donde los periodistas españoles se posicionaron en diversas posturas que, en cualquier caso, no eran nada optimistas al respecto de la penetración del modelo en España.
Por un lado encontramos una traba de muy difícil superación: no es el caso más corriente que los usuarios de Internet se lancen a la participación (el modelo de participación ciudadana no es ni exclusivo ni original de OhmyNews). Esta opinión de que cuesta mucho trabajo conseguir las aportaciones del público (defendida por Silvia Llombart e Ismael Nafría) se presenta como un pilar casi inamovible, habrá que trabajar muy duro en este sentido para derribarlo.
Por el otro lado, se presenta la incertidumbre sobre la fiabilidad de las informaciones generadas por los usuarios. ¿Por qué habríamos de confiar en ellos? Oh Yeon Ho aclaraba este punto (que representa la postura defendida por Ferran Clavell) asegurando que todos los usuarios de OhmyNews firman un contrato mediante el que se comprometen a no alterar la verdad de los acontecimientos ni escribir en sintonía con sus intereses personales. Además, en conversaciones cibernéticas mantenidas unos días antes con los lectores de Elpaís.es y Elmundo.es, aportaba el dato de que OhmyNews no ha tenido que asistir a los juzgados por disputas legales referidas a la veracidad de sus informaciones en mayor número de ocasiones que cualquier otro medio de comunicación tradicional.
Por su parte, el periodista Luis Ángel Fernández Hermana hacía un breve análisis comparativo de la situación social en España (un país eminentemente viejo, muy preocupado por la falta de natalidad) y Corea, afirmando que las grandes diferencias observables hacen imposible el funcionamiento de un OhmyNews español.
Llegado el turno del público, que también acumulaba un buen número de cuestiones para el señor Oh Yeon Ho, cabe destacar la reflexión final de uno de los asistentes (cuyos datos no fue posible retener): si poco a poco se va demostrando la influencia de grupos externos en los consejos editoriales de los medios de comunicación tradicionales, ¿por qué debe una persona fiarse de las informaciones originadas en los consorcios empresariales de la comunicación y no en las producidas por sus conciudadanos?
Cita recomendada: ALBALADEJO, Carlos. OhmyNews: cada ciudadano un periodista (o no). Mosaic [en línea], marzo 2005, no. 35. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n35.0508.