Cuarta edición de UXspain, dos días intensos de charlas sobre UX en Salamanca que permiten tomarle un poco el pulso al sector. La asistencia masiva de un público entusiasta, que llegó con ganas de devorar el menú degustación que se les había preparado y de hacer la sobremesa con los colegas de profesión, y que se marchó dejando una alud de tuits de agradecimiento a la organización, es un buen indicador de que los asistentes valoran muy positivamente el encuentro de un sector que crece, evoluciona y expande fronteras.
Como buen menú degustación en el que se trata de probar un poquito de mucho, las charlas fueron muy variadas en estilo y temática: ilustración, medios, procesos, retos, límites, métodos, software, felicidad… Algunos platos del menú congenian más con tus gustos, otros no tanto… pero la variedad asegura que alguno de ellos sí haga diana en el paladar de cada cual. El eclecticismo no satisface a todos al completo, pero sí permite abarcar un abanico amplio de prácticas que enriquecen las miradas y permiten descubrir enfoques distintos, si uno está abierto a ello. Apostar por la variedad es un acierto que esperamos que siga con más fuerza y riesgo en las próximas ediciones, dando cabida tanto a propuestas mainstream como a propuestas alternativas y minoritarias, pero igualmente interesantes.
El postre y café del menú: la clara voluntad de fomentar sinergias y relaciones en forma de talleres, varias pausas-café, tiempo para la comida, la cena de gala… hay tiempo y espacio para los pequeños encuentros y las conversaciones de tu a tu. Hubiera sido interesante, además, fomentar también la conversación colectiva abriendo algún turno de preguntas y dar voz microfonada al repleto auditorio, más allá de la que ya sonaba en #uxspain #uxsp o #uxspain2015.
Lo manual triunfa
No deja de ser curioso que en un mundo tan virtualizado y en un sector tan digital, la apertura con la charla del ilustrador Tomás Hijo gustara tanto. Asimismo, una de las propuestas que más éxito tuvo fue el UXlab de la Familia Plómez. Un taller que, pese a que se anunciaba sobre tipografía y acabó siendo sobre impresión tipográfica, entusiasmó a sus asistentes y a los asistentes de otros UXlabs al ver las fotos en Twitter. A causa de la gran cantidad de asistentes Juanjo y Roberto llegaron con el diseño, la composición y la impresión de una tinta bajo el brazo. Suelen abarcar todo el proceso en talleres para 8-10 personas y éramos 35! Así que vinieron con parte del trabajo hecho para que todos pudiéramos pasar por el entintado, impresión, corte y encuadernado, y nos lleváramos cada uno un ejemplar a casa. Nos manchamos las manos para reivindicar lo manual, lo tangible, lo artesanal, el error, el azar y a su vez el trabajo y objetivos colectivos, con una importante dosis de sentido del humor: el resultado fue un diccionario sobre términos UX bullshit hecho a mano y en equipo, para a reírnos un poco de nosotros mismos.
Historias personales de éxito
Irene Pereyra, una de las invitadas estrella de esta edición, no decepcionó al público. Asco, miedo, ira, tristeza, sorpresa, alegría… emociones que atraviesan su día a día como profesional, y que pueden ser puntos de inflexión para crecer. La subjetividad es un valor, no hace falta esconderla, somos personas a la par que profesionales y por ello el componente personal, emocional y subjetivo es un elemento más encima de la mesa en los procesos de diseño. Al estilo TEDtalk de narrarse a una misma, nos inyectó una dosis de energía que daba hambre de comerse el mundo! La presentación con una gráfica bien cuidada (debería ser la tónica general en un encuentro de US pero desgraciadamente no es así) estuvo repleta de anécdotas cotidianas de un mundo cercano y a la vez un tanto lejano: su estudio en Brooklyn resulta entre fascinante y exótico, los fracasos que le hicieron aprender más entre estimulantes y de película, sus éxitos entre fáciles e inalcanzables, me quedé con las ganas de preguntarle ¿qué sacrificios y renuncias hay detrás de este relato?
UX y ciencia emocional?
Las charlas de Isabel Anguís y Daniel González Vilalta por un lado, y la de Silvia Calvet y Nicole Neuefeind por otro, aunque fueron bien distintas entre sí introdujeron un tema que me genera algunas preguntas. La segunda, titulada “Felicidad y AI”, puso sobre el escenario la felicidad como un activo en el entorno UX. La primera, titulada “Neurotest de usabilidad multidispositivo”, nos presentó dispositivos tecnológicamente muy avanzados y métodos minuciosamente trazados, que pretenden descubrir la experiencia emocional de los usuarios frente a productos diseñados.
Coincido plenamente en que hablar de emotividad es interesante e incluso necesario, las emociones cruzan nuestras experiencias y los diseños manejan de algún modo tales intereses, pasiones y sentimientos, pero lo hacen de forma compleja y, afortunadamente, indescifrable. Por eso me pregunto ¿cómo hablamos de afectos en este contexto? ¿son las metodologías de investigación científico-tecnológica las que tienen que responder nuestras preguntas? ¿son las preguntas sobre cuantificación y clasificación de emociones las adecuadas? ¿podemos encontrar modelos de diseño que contemplen los afectos sin simplificar su riqueza? ¿somos capaces de cuestionar las metodologías de investigación para usarlas de forma más crítica y creativa?
Compromiso social
Comentaba Belén Barros mientras tomábamos un café, que es difícil que acepten su ponencia (brillante en contenido y ejecución, por cierto) en los principales encuentros de diseño. Parece ser que hablar de software libre es todavía incómodo en ciertos círculos, por ello hay que reconocerle a la organización el acierto en contemplarla para la programación de esta edición y celebrar que compartan la necesidad de difundir iniciativas que combinen tecnología, diseño y ética. Belén nos desmontó los mitos del FOSS (Free and Open Source Software) en un plis plas:
“Mito1: el FOSS no usa GUI’s
Mito2: el FOSS es feo
Mito3: el FOSS odia a los diseñadores
Mito4: el FOSS es todo técnico
Todo mentira!
Mito5: no hay diseñadores en FOSS
Los hay pero no suficientes!” Con su entusiasmo y desparpajo nos interpeló directamente: “Faltas tú!!”
Belén sustentaba que diseñar con herramientas libres es una opción técnica válida y perfectamente práctica. Totalmente de acuerdo, cada vez hay soluciones en FOSS más competentes y eso permite que ya las podamos considerar una alternativa real a opciones propietarias. Cada cual es libre de escoger sus herramientas según los criterios que considere más oportunos, pero no está de más recordar que la selección de un software u otro, además de ser una elección pragmática, es también una elección ética. El software no es un mero instrumento neutro al servicio de un diseñador que se limita a ejecutar un encargo, el diseñador es un agente con valores consciente de que el software pertenece a nuestra cultura, y de que constituye parte de nuestro modelo socio-económico. Diseñar con y para FOSS es una decisión que puede mover un poquito el timón del mundo hacia otro lugar, ya que el diseño es un agente transformador de la sociedad, que cumple funciones, proporciona estéticas, facilita acciones y a su vez transmite valores. Cómo diseñadores ¿qué valores queremos apoyar?
Cita recomendada: BLASCO, Laia. Algunas notas sobre UXspain 2015. Mosaic [en línea], julio 2015, no. 129. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n129.1521.