Seguro que cualquiera de nosotros es capaz de mencionar tipologías de edificios que es posible encontrar en una ciudad: viviendas, museos, iglesias, estadios, hospitales… ¿Es posible realizar un ejercicio similar en Internet? ¿Cuántos tipos de webs eres capaz de reconocer? Estos son los modelos que nosotros hemos identificado.
Comenzaremos por las webs corporativas. Ninguna compañía se plantea hoy en día prescindir de su página web, del mismo modo que no prescinde de las comunicaciones telefónicas o de la electricidad. Las webs permiten una comunicación directa con clientes, accionistas, medios y público interesado en cualquier lugar del mundo, las 24 horas del día.
Las corporativas son una de las tipologías de webs más extendidas y estandarizadas que existen.
Las secciones que no deben faltar en una web corporativa típica son: Quiénes somos (o Acerca de), Productos y Servicios, Sala de Prensa, Trabaja con Nosotros, Contacto y, en el caso de las empresas cotizadas, Información para Accionistas e Inversores, así como sobre Responsabilidad Corporativa. Adicionalmente, cada compañía puede personalizar su presencia en Internet para reflejar sus compromisos o su posicionamiento, por ejemplo, una organización respetuosa con el medio ambiente puede incluir una sección sobre dicho tema.
Cuando la mayor parte del espacio de una web está dedicado a presentar la oferta de la compañía estamos ante catálogos. Son webs en las que prima lo funcional por lo que lograr una correcta organización de los contenidos es una cuestión clave. Los criterios para agrupar la información pueden ser muy variados, incluso convivir varios en un mismo website, de modo que los usuarios puedan buscar, por ejemplo, ordenadores por su tipología (portátiles, sobremesa, servidores…) o por el tipo de público al que van dirigidos (usuarios domésticos, pequeñas empresas, grandes corporaciones…). Un buen ejemplo de esto es Dell.com
La estructuración del sitio web del tipo de web denominado catálogo se articula en torno a tres tipos de páginas. En la página de inicio o homepage se sitúan enlaces a las principales categorías de productos. Cada categoría, a su vez, tiene su propia portadilla, en la que se exhiben las últimas novedades o una relación de los artículos más vendidos. El tercer tipo de página es la ficha detallada; existe una por producto y se trata de una pieza clave, que debe haber sido diseñada cuidadosamente para ofrecer todas las características de los artículos de una forma estandarizada, de lo contrario, la consulta y actualización de un catálogo con miles de registros sería inviable.
Existen catálogos en los que predomina la emoción sobre la precisión de la ficha técnica, son los denominados escaparates , webs que hacen un uso extensivo de recursos como la música, el movimiento, los efectos, la imagen y el vídeo. Es sencillo encontrar ejemplos en webs de moda y belleza, automóviles, artículos de lujo, películas de estreno o estudios de arquitectura o diseño.
El diseñador de moda Roberto Verino ha optado por una web del tipo Escaparate que hace sentir al usuario que asiste a un desfile de modelos.
Si a los catálogos y escaparates les añadimos la posibilidad de comprar online nos adentramos en el territorio de los comercios electrónicos. Lo que caracteriza a estas webs es su conexión directa con el mundo real, el de los átomos. La usuaria que adquiere un vestido online no lo puede tocar, pero quiere verlo con detalle y desde diferentes ángulos para no errar en su decisión. A continuación, entra en juego todo el proceso de pago -con sus implicaciones en materia de seguridad- logística y postventa.
Amazon es el ejemplo paradigmático de comercio electrónico: en vez de un inmenso almacén, dispone de una base de datos con miles de referencias. Muchas de sus funcionalidades, como las listas de deseos y las recomendaciones y opiniones hechas por los clientes, han sido ampliamente imitadas.
Internet se puede usar como red privada para compartir información, dando lugar a las intranets y extranets. Una intranet típica es la que habilita una organización para sus empleados. Las extranets , por el contrario, facilitan las relaciones con proveedores, clientes u otros actores. El acceso a las intranets y extranets no es público, sino restringido. Con la mirada puesta en el futuro y de acuerdo con la propia evolución de los sitios web, cada vez más basados en el registro para ofrecer a los usuarios servicios con distintos niveles de privacidad y personalización, la frontera entre una intranet , una extranet e Internet será cada vez más difusa. Internet tiene un potencial incalculable como medio de comunicación. Junto a clásicos del periodismo, nuevos géneros han aparecido al calor de la web , revolucionando el mapa informativo y los papeles tradicionalmente asignados a los medios. Tras unos comienzos tímidos, en los que se imponía el miedo a perder el prestigio de sus cabeceras más señeras o a fagocitar las ediciones impresas, los medios están otorgando mayor peso a sus versiones digitales y apostando cada vez más por los contenidos audiovisuales. La participación de los usuarios cobra importancia. Los lectores ya no quieren ser meros receptores, sino comentar, valorar e incluso proponer noticias para que sean publicadas.
Los medios de comunicación son la tipología de web más activa y dinámica, siempre ensayando nuevas fórmulas de navegación, de disposición de los contenidos o de interactividad con los lectores. Un claro ejemplo es la incorporación de canales RSS para distribuir velozmente la información y la creación de versiones para teléfonos móviles y PDAs.
Los portales y buscadores son modelos puramente digitales, es decir, nacieron con la Red ante una necesidad acuciante: permitir encontrar una web o una información entre la ingente cantidad de sitios que se creaban por doquier.
Ambos, portales y buscadores, pretenden ser la puerta de entrada de los usuarios al ciberespacio, pero con una diferencia, al menos en sus orígenes. Mientras que el portal aspira a ofrecer al usuario todo lo que pueda necesitar y mantenerlo cautivo, el buscador sólo era un lugar de paso hacia la verdadera web de destino.
Página de inicio de Yahoo! Se puede observar la gran oferta de contenidos que alberga.
La diferencia entre portal y buscador, sin embargo, se ha difuminado. Yahoo! fue inicialmente un directorio y actualmente utiliza tanto la clasificación manual como mediante robots (arañas o spiders ). Google , por su parte, ha ido sumando servicios vertiginosamente hasta ofrecer todo lo que un usuario pueda soñar: cuentas de correo gratuitas de capacidad ilimitada, mapas y callejeros, mensajería instantánea, noticias, herramientas de publicación…
En el fondo, el objetivo tanto de los portales como de los buscadores es ser la página de inicio de los usuarios. Lograr un hueco en la memoria del internauta, diferenciarse de los millones de webs que compiten por ser, si no la página de inicio, una de las 7-8 que visita diariamente. En esta filosofía se enmarcan iniciativas como las páginas de inicio personalizadas que han visto la luz en los últimos años.
El gran debate de fondo es, por tanto, si un buscador debe seguir siendo, por definición, una web de paso cuando el negocio parece estar en las webs de destino, en las que el usuario pasa más tiempo y puede ser sometido, por tanto, a mayor número de impactos publicitarios, fuente de ingresos por excelencia de una web.
Los blogs son apenas unos recién llegados al panorama web. Son, ante todo, una forma de entender la comunicación. Si bien se originaron alrededor de una tecnología que hacía muy sencillo crear un “medio de comunicación ligero”, hoy en día han dado lugar a un tipo de comunicación directa, sin intermediarios, en la que emisor y receptor se tratan de tú. Cualquier sitio web puede incluir un blog entre sus contenidos. Las webs corporativas de empresas tradicionales son las más reticentes a sustituir su modelo basado en comunicados de prensa por la línea directa con clientes y stakeholders . Las compañías puramente online , por el contrario, han abrazado esta fórmula, ideal para transmitir mensajes a los usuarios que, al igual que ellos, viven conectados a la Red. Google o Yahoo! tienen weblogs oficiales e IBM ha puesto a bloguear a miles de sus empleados.
Pero quienes más celebraron la aparición de los weblogs fueron los usuarios sin conocimientos de programación, que encontraron en los blogs una manera de publicar y comunicarse con el mundo muy fácil de usar, dando lugar al denominado Periodismo Ciudadano .
Con la evolución de la blogosfera, denominación que se aplica a la red de blogs entrelazados de forma que pueden difundir información a muchos lugares del planeta con gran rapidez, han aparecido los nanomedios, a medio camino entre el blog y el medio tradicional, y los sistemas de promoción de noticias, alimentados y moderados por los propios usuarios.
Las webs dedicadas a actividades ligadas al ocio como el cine, los juegos o el fútbol se podrían asimilar a algunos de los tipos ya descritos: un catálogo, el sitio promocional de tu película favorita, un medio de comunicación monográfico… Pero el desajuste entre la forma en que la industria quiere controlar la distribución de los contenidos y cómo desean consumirlos los usuarios ha dado pie a éstos para tomar la iniciativa y adoptar un papel activo. En torno a las canciones, las películas y las series de televisión se han generado corrientes de intercambio entre particulares. Hoy en día son muchos los internautas que diseñan su programación a la carta a partir del material que está disponible en Internet.
El género más popular de videojuegos son los Massively Multiplayer Online Role-Playing Games (MMORPG), plataformas que permiten a miles de personas conectarse y asumir una identidad nueva dentro de un mundo virtual en el que todos interactúan, conectados por medio de Internet.
La World Wide Web permite a individuos y grupos comunicarse, relacionarse y construir cosas juntos. En definitiva, formar comunidades, espontáneas o formales. Aunque se asocien por lo general con hobbies , lo cierto es que existen comunidades profesionales muy activas que realizan una importantísima tarea en la difusión de conocimiento e incluso como grupos de presión. Los foros y los wikis son algunos de los entornos colaborativos más populares. Las redes sociales, que inicialmente eran meras agendas de contactos, han entrado en una segunda fase en las que en vez de explícitas son implícitas: primero desarrollas una afición y posteriormente, casi sin darte cuenta, entras en contacto con personas con tus mismos gustos: la fotografía, el arte, la cocina, los animales, la música, los viajes.
Hasta ahora hemos descrito diferentes tipos de sitios web pero las aplicaciones web , capaces de proporcionar las funcionalidades tradicionalmente sociadas a los programas de escritorio, están atravesando una fase de profunda revisión. Google Maps, GMail, del.icio.us, Flickr, Digg , Writely, Bloglines.com o Live.com son algunos de los principales exponentes de la denominada Web 2.0. La lista crece sin cesar y pronto no habrá aplicación clásica sin versión web gracias a la experimentación con nuevas tecnologías conocidas bajo nombres como RIA (Rich Internet Applications) y AJAX (Asynchronous JavaScript + XML). Aunque la definición de las tecnologías mencionadas se realizó años atrás es en estos momentos cuando se está experimentando con su uso y es cuando emergen cuestiones sobre la usabilidad y accesibilidad de las webs construidas mediante estas tecnologías.
En este artículo hemos tratado de depurar la tipología de sitios web existentes hasta llegar a modelos esenciales a partir de los cuales cada propietario de un sitio web construye el suyo propio. En la realidad es mucho más corriente identificar ejemplos híbridos que combinan varias tipologías de sitios web que los modelos en estado puro.
Cita recomendada: FERRERES, Gemma. Tipología de sitios web. Mosaic [en línea], noviembre 2006, no. 51. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n51.0626.