Universitat Oberta de Catalunya

Teresa Ferriz

Mosaic: La exposición «Voces» supone el reclamo más espectacular del Fórum, tanto por lo que respecta al tamaño del recinto que la alberga como a las innovaciones tecnológico-audiovisuales incorporadas y también en términos de presupuesto. ¿Siempre se había pensado explicar la diversidad lingüística en una exposición de tales características?

Teresa Ferriz: Los contenidos de la exposición «Voces» se empezaron a diseñar hace unos dos años. En ese momento, el contenido audiovisual no era preferente; además, al inicio, se había conceptualizado para el edificio Fòrum y posteriormente se cambió su ubicación al Centro de Convenciones. Durante todo este proceso el discurso inicial, más estático, se fue ampliando y enriqueciendo con una propuesta audiovisual que se convierte en el epicentro de todo el espacio expositivo

Junto al estudio Applebaum hemos tenido la oportunidad de explorar nuevos formatos expositivos gracias a los cuales el visitante se acerca a la exposición para conocer sobre la diversidad lingüística pero acaba teniendo una experiencia que le emociona íntimamente. En este sentido «Voces» es una vivencia envolvente: te permite acceder a un entorno inesperado donde recibes muchos impactos sensoriales. Los medios comentaron que se dirige fundamentalmente a los más jóvenes por el predominio del lenguaje audiovisual y multimedia; no se ha pretendido construir un espacio de conocimiento exhaustivo sobre todas las lenguas del mundo sinó construir una exposición que permita acceder al mensaje implícito: tenemos que preservar las lenguas como el insustituible patrimonio humano que son.

Mosaic: ¿Cómo empieza a plantearse audiovisualmente un proyecto que por el tema a tratar y cuyo título remite directamente a aspectos sonoros? ¿Cómo se ha articulado de este modo la relación entre imagen y sonido?

T.F: En el primer momento partíamos del concepto «Del sonido a la voz», una reflexión sobre cómo la comunicación nos ha ido conformando nuestras identidades y culturas. Este es uno de los ejes del Fórum, el respeto a la diversidad, que resume una de las citas de George Steiner que se encuentra el visitante al inicio del recorrido expositivo: «Cuando muere una lengua muere un mundo». Éste es el eje conceptual.

En la experiencia museográfica, los conceptos de diversidad y respeto al patrimonio lingüístico se amplifican gracias a los recursos audiovisuales y multimedia que permiten una inmersión sensorial en las lenguas y las culturas del mundo.

Mosaic: ¿Cómo se han constituido los diferentes equipos de trabajo para la exposición?

T.F: Han participado muchos grupos transdisciplinares. Uno de los más importantes es el equipo de diseñadores Tomato, de Londres que diseñaron y produjeron el audiovisual central y las pantallas que envuelven la esfera. Otros contenidos se encargaron a especialistas singulares, como el apartado sobre los alfabetos, encargado a unos tipógrafos excepcionales.

En el caso del discurso multimedia destacaría dos aspectos: por un lado los contenidos interactivos, como el espacio dedicado a la traducción automática, que coordinó José Manuel Pinillo,, y por otro lado la exposición virtual, de la que me responsabilicé conjuntamente con especialistas de la UOC, que ha funcionado de manera independiente.

Mosaic: Seis de las mesas monográficas contienen pantallas interactivas. ¿Cómo se estructura esta interactividad, qué posibilidades de participación o interacción van a tener los usuarios?

T.F: La experiencia envolvente está pensada en clave individual, a través de los propios sentidos. No hay participación más allá de la observación, y como el espectador no tiene más referentes, es una observación fragmentaria. Muchas veces el visitante pasa de un espacio a otro sin ser consciente que hay una historia. Pero para eso debería ver toda la secuencia de audiovisuales y eso no siempre sucede.

En cuanto a los procesos de participación activa, existen numerosas aplicaciones en las que, por ejemplo, puedes decir «hola» y enseguida escuchas su correspondencia en numerosísimas lenguas. Sea como sea, la interacción con la exposición no la conoceremos hasta que la gente se apropie de sus contenidos.

Mosaic: ¿Puedes especificar un poco más cómo se ha articulado la relación entre la exposición presencial y la virtual?

T.F: Nosotros incorporamos la exposición presencial en la virtual desde el punto de vista del diseño gráfico, pero ambos formatos son complementarios: en: la exposición virtual no se repiten los contenidos de la presencial, sino que se profundiza en las diversas temáticas y se ofrece muchísima más información e interacción. En todo caso, querríamos que buena parte del material audiovisual de la exposición presencial se incorporara, cuando termine el Fòrum 2004, dentro de la exposición virtual, ése es nuestro deseo.

Mosaic: ¿Qué opinión tienes de la intervención de los multimedia en el ámbito de las exposiciones? ¿Qué perspectivas crees que van a dominar?

T.F: Poco a poco vamos avanzando, por fases. La mayoría de los museos están diseñando y publicando su web corporativa. Las instituciones más “early adopters” están diseñando ya exposiciones digitales que, en esencia, reproducen los recorridos presenciales. Con el tiempo, no tengo ninguna duda, nos plantearemos experiencias exclusivamente virtuales.

Con el grupo de investigación Òliba desarrollamos el proyecto «Los niños de la guerra» como modelo expositivo de testimonio-memoria. Partíamos de una exposición presencial pero lo amplificamos incorporando un nuevo discurso y otros documentos. Además generamos un espacio interactivo, «Vuestros recuerdos», para que las personas que vivieron la experiencia del exilio pudieran contar su experiencia personal..

En términos generales, la relación museografía – tecnologías parte del ensayo y error. Hay que perder el miedo, pero siempre desde el convencimiento que lo importante es definir muy bien cuál es nuestro objetivo, qué queremos, y apostar por la transversalidad y equipos multidisciplinares que trabajen interconectados.


Cita recomendada: MOSAIC. Teresa Ferriz. Mosaic [en línea], mayo 2007, no. 27. ISSN: 1696-3296. DOI: https://doi.org/10.7238/m.n27.0414.